Andrés Pascual nos presenta un nuevo thriller psicológico que tiene lugar en las viñas de La Rioja, una zona donde el tiempo no pasa y que conserva lo mejor de la España rural de antaño. Buenas gentes, gran atmósfera y algunas de las tradiciones milenarias mejor conservadas de nuestra cultura hacen que el caldo de cultivo para “A merced de un dios salvaje” sea perfecto.
“A merced de un dios salvaje” narra la historia de Hugo Betancor, un viudo que se dedica a la fotografía y que se encuentran en un momento personal donde ha tocado fondo. Por motivos familiares tiene que desplazarse a San Vicente de la Sonsierra, el pueblo donde están los abuelos maternos de su hijo Raúl.
Lo que en un primer momento debería ser una reclamación de herencia tranquila y son sobresaltos se convierte en una carrera a contrarreloj donde un suceso estremecedor sigue en la conciencia de todos los habitantes de ese pueblo y que ahora amenaza con volver a sacudir la vida de nuestros protagonistas.
¿Cómo debe de sentirse una persona cuando pierde a su pareja y a la madre de su hijo? ¿Cómo haces frente a tu vida y le explicas a tu hijo que ya no volverá a ver a su madre? Y encima, en vez de contar con el apoyo familiar, empiezan a pasar cosas extrañas que te ponen en alerta y que te obligan a luchar por tu supervivencia y la de tu hijo.
Y es que, empiezan a salir a la luz detalles sobre la desaparición del hermano pequeño de su mujer que Héctor no esperaba. Un chico del que no saben nada desde hace 20 años pero que tiene una apariencia idéntica a la de su hijo, por lo que su imagen remueve muchas conciencias en la zona y despierta una gran cantidad de recuerdos.