La novela La cocinera de Castamar sencillamente es un viaje en el tiempo, capaz de transportarnos a una mansión cargada de intriga, pasión y personajes destacados, los cuales son los responsables de transportarnos en el tiempo.

Ambientada en la España del sXVIII, el libro nos invita a introducirnos en una historia llena de vida y acción. Aunque la historia de amor principal se puede considerar simple, encuentra su punto fuerte en su entorno y los personajes secundarios que la rodean. Sin duda alguna, si eres una persona aficionada a la lectura, con esta novela, te sumergirás en cada uno de sus detalles hasta el final.

Luego de un trágico suceso, la protagonista encontrará refugio dentro de la cocina y el cambio de aires. Ahí es cuando se mezclan dos mundos completamente distintos para contarnos dos historias que se desarrollan bajo el mismo techo.

Se identifica un buen trabajo de documentación por parte de la autora. Se describe de forma eficaz, la ciudad de Madrid de la época y los estilos de vidas presentes en las distintas clases sociales. Hay que destacar el hecho de cómo es capaz de describir la construcción de cada plato, con los que la protagonista va captando la atención de todos. Puede ser que quizás hasta llegues a percibir el aroma de los mismos.

La fortaleza en los personajes recae en sus dos protagonistas Don Diego y Clara, pero te aseguro que al final de la lectura, te decantarás por algunos de sus personajes secundarios, de los cuales no vamos a mencionar nada al respecto para que los descubras en la lectura.

Clara, una joven caída en desgracia, sufre de agorafobia desde que perdió a su padre de forma repentina. Gracias a su prodigiosa cocina logra acceder al ducado de Castamar como oficial, trastocando con su llegada el apático mundo de don Diego, el duque. Este, desde que perdió a su esposa en un accidente, vive aislado en su gran mansión rodeado del servicio. Clara descubrirá pronto que la calma que rodea la hacienda es el preludio de una tormenta devastadora cuyo centro será Castamar, su señor y ella misma.
Fernando J. Múñez teje para el lector, con una prosa detallista y delicada, una urdimbre de personajes, intrigas, amores, envidias, secretos y mentiras que se entrecruzan en una impecable recreación de la España de 1720.