La Historiadora es sin duda alguna, una forma diferente en conocer un poco más a los numerosos mitos y leyendas que rondan a Vlad Tepes “El Empalador”, conocido como el legendario Drácula.
Lo primero que se debe destacar de esta novela es que contienen mucha descripción, lo que puede conllevar a un ritmo pausado de lectura. Posee a su vez, una buena ambientación que consigue situar al lector de forma perfecta en los distintos escenarios.
Mediante el trabajo de documentación, esta historia persigue la leyenda de Drácula por Transilvania, mezclando distintos géneros literarios, lo que puede suponer un revés para algunos lectores. Sin embargo, se debe decir que no es una historia fácil de seguir, pero esto no le quita su encanto. Si siempre te ha interesado Drácula como personaje, este libro es una forma distinta de contemplar, mediante el suspense, la forma de vida y el contexto histórico de él, a través de los lugares que son descritos entre sus páginas.
La Historiadora es un buen ejemplo de amor y odio en el público. Ha recibido críticas negativas por la densidad en su ritmo, por la cantidad de descripciones que aporta la autora y porque sí se recibe información compactada, pero lo cierto es que mediante su lectura, se puede sentir como se visita en primera personas sitios como bibliotecas, ruinas de Bulgaria y Rumania, monasterios, entre otros.
Si eres una de esas personas que disfruta de la lectura y aceptas viajar al ritmo de la novela, este libro con sus misterios, manuscritos y parajes remotos, te mantendrá enganchado hasta el final y terminarás por captar el buen trabajo que hay en su explicación y documentación.
Durante años, se le ha considerado un mito, una leyenda que llena de miedo el corazón de los campesinos supersticiosos. Pero ahora, alguien ha decidido descubrir la verdad. Paul, un profesor de Historia, revela por fin a su hija la tarea a la que ha dedicado tantos años. Tras la desaparición de su amigo el profesor Ross, Paul se sumergió en una angustiosa búsqueda que le llevó a través de antiguas bibliotecas en Estambul, monasterios en ruinas en Rumania, remotas aldeas de Bulgaria… Cuanto más se acercaba a Ross, más cerca estaba también de un ser que ha dejado un rastro sangriento a través de la historia, en viejos manuscritos olvidados, en canciones susurradas al oído. Un ser al que temían tanto antiguos sultanes otomanos como los actuales servicios secretos. Paul y su hija saben que él está cada vez más cerca. Y en sus corazones retumba una pregunta angustiosa… ¿Es posible que exista realmente… Drácula? Esta novela, es el resultado de diez años de investigación.