Ildefonso Falcones se ha convertido en un autor de referencia de la literatura española que ha demostrado que el talento va mucho más allá del éxito. Con “El pintor de almas” se reafirma en su genialidad y mantiene una constante sólida con una nueva historia que no decepciona a nadie. 

Con “La catedral del mar”, “La mano de Fátima”, “La Reina Descalza” y “Los herederos de la tierra” Idelfonso ha construido una carrera que se ha ganado un lugar privilegiado entre el público y la crítica. Ahora, con “El pintor de almas”, se propone volver a conquistar a todos con una historia de amor, revueltas sociales, venganza y donde su pasión por el arte vuelve a quedar plasmada. 

Ambientada en la Barcelona de 1901, en un período de gran agitación social, las diferencias entre el sector más pobre y el más rico es tan grande que Dalmau Sala, nuestro protagonista, se ve atrapado entre ambos mundos. Por un lado, sus orígenes con un padre anarquista ajusticiado y Emma, mujer que ama y que proviene de una familia defensora de los derechos de la lucha obrera. Y, por otro, su trabajo en un prestigioso taller de cerámica que lo llevarán a recibir invitaciones por parte de la burguesía para convertirlo en uno de los suyos.

¿Puede una persona humilde dejar de lado sus raíces seducido por el dinero, el poder y la aceptación del grupo más rico de la sociedad? ¿Rechazará Dalmau la posibilidad de triunfar como artista para seguir al lado de Emma y honrar la memoria de su padre? 

“El pintor del alma” es una historia compleja que toca temas, aunque un tanto manidos, con un cariño y un detalle tan preciso que nos hace soñar con la Barcelona del siglo pasado y nos hace plantearnos si mucha de esta lucha social no debería repetirse a día de hoy en el momento en el que vivimos.