¿Alguna vez te has preguntado por qué la dinámica imperial siempre está rodeada de leyendas negras? La envidia, la traición, el orgullo, la lucha de poder y el choque entre intelectuales y poderosos son ingredientes que han hecho saltar chispas en más de una ocasión a lo largo de la historia.

A lo largo más de 460 páginas, María Elvira Roca Barea ha conseguido delimitar la relación entre estos conceptos y nos da un repaso por los casos de Roma, Estados Unidos, Rusia, España y otras zonas de Europa que son muy interesantes de analizar. Pocas veces nos planteamos cómo sería vivir en un sistema política como el de la Antigua Roma porque nos hemos acomodado en nuestra democracia moderna.

Actualmente, la humanidad está viviendo uno de los períodos más largos sin guerras importantes (entiéndase la Guerra Mundial 1 y 2), el nivel de vida sigue aumentando y los avances tecnológicos y médicos nos están dando una longevidad de la que muy pocos se atreverían a soñar hace varios siglos. Sin embargo, esta situación ha creado una zona de confort que nos ha alejado de la historia pasada y ha hecho que las nuevas generaciones no conozcan el origen de conceptos como la hispanofobia, el nacionalismo luterano, la crisis de deuda y demás elementos que han moldeado la realidad en la que vivimos hoy.

¿Sabías que la idea de Europa como nación es más una estrategia comercial que un sentimiento real? La Unión Europea no se creó por amor a nuestro continente, sino para hacer frente a Estados Unidos, al bloque asiático y a los países subdesarrollados que empezaban a invertir en I+D y a intentar introducirse en los mercados.

De hecho, no compartimos idiomas, el nivel de vida es muy diferente, tenemos leyes distintas, todavía hay miembros con distinta moneda y ni siquiera llamar por teléfono tiene el mismo coste de un país a otro. La UE quiere asemejarse a Estados Unidos, pero nos hemos quedado en un sucedáneo cuyo origen es la propaganda.