En otras ocasiones hemos hablado de los pseudónimos, muchos de vosotros ya sabéis que se trata de un tema que nos fascina, tanto por el hecho de que nos encontremos a un autor conocido bajo un nombre desconocido como por las razones que pueden llevar a los autores a “esconderse” o “disfrazarse” con un nombre que no es el suyo real. Por eso, hoy os queremos hablar de cuatro autores conocidos por todos, pero que sin embargo nunca te imaginaste que podrían haber escrito bajo pseudónimo.

Los primeros pasos de Stephen King

Stephen King no siempre ha publicado con este nombre, sino que una vez que estaba cansado de “la fama” y de que simplemente se le aplaudiese por ser un nombre conocido, decidió arriesgarse y publicar algunas de sus novelas con la firma de Richard Bachman y así ver si verdaderamente sus libros estaban gustando.

JK Rowling tuvo varios pseudónimos

Si, porque JK Rowling ha sido Robert Galbraith, Newt Scamander o Kennilworthy Whisp. A través de estos pseudónimos la escritora británica se sentía menos presionada para publicar sus libros y escribir al ritmo que ella considerase oportuno, además, de esta manera marcaba un punto y aparte entre su ópera prima y el resto de obras que publicase.

George Orwell fue menos famoso que su pseudónimo

En este caso nos encontramos que el nombre más conocido entre el panorama literario es el del pseudónimo y no el del verdadero autor. Tras George Orwell encontramos a Eric Blair, y en este caso, la fama de sus novelas quizás podía avergonzar a su familia, por lo que decidió adoptar el nombre de alguien que hoy día incluso consideramos real.

Emily Jenkins y sus distintas publicaciones

Efectivamente la escritora Emyliy Jenkis, ha publicado hasta cuatro libros bajo su pseudónimo, la razón principal que la llevó a ello fue el hecho de querer separar o distinguir sus trabajos que iban dirigidos al público adulto del resto de obras normalmente dedicadas a un público más joven.