Hoy 2 de abril es el Día Internacional del Libro Infantil en conmemoración a la figura del genial escritor Hans Christian Andersen, que nació un día como hoy de 1805 en Odense, Dinamarca.
Andersen no tuvo una vida fácil. Hijo de una lavandera y un zapatero, pasó verdaderas penalidades económicas, sufrió numerosos fracasos sentimentales y nunca consiguió ser reconocido como novelista y dramaturgo, su aspiración.
Lo recordaremos siempre como el autor de grandes clásicos infantiles. A pesar de no atraerle demasiado este género literario , escribió a lo largo de su vida multitud de cuentos, en los que hacía constantes referencias a su propia existencia. Dicen los estudiosos del escritor, que Andersen estaba en permanente diálogo consigo mismo en aras de resolver sus carencias y traumas, y que de estas cavilaciones nacieron todos sus relatos.
- La pequeña cerillera. Es un recuerdo a su madre y a la pobreza que siempre la acompaño.
- El patito feo. Andersen se consideraba poco agraciado fisicamente. Era alto, delgado y con una larga nariz afilada.
- El ruiseñor. Inspirado por la pasión no correspondida que sentía por la cantante Yenny Lind.
- La sirenita
- El soldadito de plomo
- La reina de las nieves
- El traje nuevo del emperador
- La princesa y el guisante
Por su legado, se le ha llegado a tildar como el “Pequeño Premio Nobel”, aún a pesar de no haberlo recibido nunca. Pero en 1956 se creó en su nombre, el premio internacional más importante que se concede a autores de narrativa infantil y juvenil. El Premio Hans Christian Andersen se concede bianualmente. Los ganadores reciben de manos de la propia reina Margarita de Dinamarca, una medalla de oro y un diploma.
¿Sabéis que los cuentos de Andersen han sido de los títulos más vendidos en el año 2013?