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¿Vegetarianos en la literatura?


En la actualidad todos conocemos a alguien vegetariano o estamos al menos familiarizados con la idea de que alguien rechace la carne y la suprima de su dieta, sin embargo puede resultar descabellado pensar en escritores clásicos que fuesen vegetarianos. Puede deberse precisamente a la idea de que antes comer carne era un lujo del que casi todo el mundo quería disfrutar, por lo que rechazar voluntariamente la opción de comer carne es cuanto menos, curiosa. Pues bien, nosotros hoy os traemos los nombres de algunos escritores famosos que durante alguna etapa de su vida fueron vegetarianos, quizás, como se suele decir, eran unos adelantados a su tiempo.

Resulta obvio  que a la hora de formarnos una opinión sobre los escritores no nos debemos basar precisamente en el tipo de dieta que tenían, pero sin embargo seguro que hay algunos que la idea de que ese escritor concreto fuese vegetariano lo haga más atractivo y se atreva a acercarse a su obra con otros ojos.

Uno de los escritores que sorprende que como vegetariano fue Lev Tolstoi, el cual durante una etapa de su vida redujo su dieta a pan, fruta y cereales, dejando atrás la carne. Seguro que os resulta más que curiosa esta parte de la vida de Tolstoi, pero si además os decimos que era un auténtico defensor de la dieta vegetariana ¿qué pensáis? Este escritor nos hablaba de la crueldad de los hombres al matar seres vivos sin tener compasión ninguna.

Pero Tolstoi no era el único, porque incluso Franz Kafka era vegetariano, aunque conociendo la biografía de este escritor quizás no nos sorprenda tanto puesto que incluso Franz Kafka escribió algunas de sus novelas desde el punto de vista y la mirada de un animal, por lo que se entiende la empatía de este autor con los animales.

Sin duda, estos datos nos inducen a la reflexión porque ¿qué llevaba a estas grandes mentes a ser vegetarianos? Quizás estas tendencias en la alimentación ya no nos resulten tan descabelladas después de saber que estos escritores lo eran.

Tipos de novelas: Libros complementados con mapas


Seguro que al pensar en los libros que vienen complementados con mapas se os ha venido a la cabeza un libro con el que os tuvisteis que orientar por ese mapa que traía al principio o al final del libro. Hay quienes consideran los libros con mapas raros en su especie, pero en ocasiones son tan necesarios estos mapas que sin ellos quizás no podríamos seguir el hilo de la historia.

Los libros complementados con mapas son una especie propia dentro de las novelas, porque hay novelas que aunque nos hagan viajar, no vienen complementadas por mapas. Sin embargo sí que existe un gran número de libros que necesitan para apoyar el argumento de la historia en esa representación cartográfica. Pero ¿qué tipo de libros tiene un mapa como complemento? Existen varios tipos y nosotros os queremos dar las razones por las que estos libros necesitan de un mapa en su interior.

Libros de fantasía

Los libros de fantasía que representan mundos totalmente desconocidos y en los que sus protagonistas van viajando a través de los paisajes que su autor va describiendo, vienen en muchas ocasiones acompañados de un mapa porque el lector quizás necesite ubicarse o incluso porque simplemente considere que resulta un complemento muy valioso para la historia contar con un mapa de estas características. ¿No hubiese sido fantástico contar con un mapa de Hogwarts?

Libros de historia

Aquellos libros que se contextualizan en tiempos pasados donde nuestros límites geográficos eran totalmente distintos, necesitan de un mapa para que el lector que no tenga conocimiento de cómo era el mundo en aquel entonces, se pueda hacer una idea y entiendan mejor la trama.

Libros de otros países

Aunque pueda parecer muy obvio, los libros de otros países incluyen en ciertas ocasiones mapas, pero no siempre es así. ¿Qué hace que un libro ambientado en otro país venga acompañado de un mapa? Suele depender del nivel de detalle con el que el autor describa situaciones y del peso que tenga una determinada localización dentro de la historia.

¿Quién no quiere leer más pero además mejor calidad?


La pregunta de nuestra entrada de hoy quizás parezca demasiado obvia, porque ¿quién no va a querer leer más y además leer cada vez mejores libros? Como amantes y entusiastas de la lectura, nosotros os queremos hacer un par de recomendaciones para que en vuestro día a día podáis leer cada vez y sin daros cuenta leer mejores libros.

Uno de los principales consejos que os hacemos es que comencéis leyendo todo aquello que tengáis en casa. Hay quienes que una vez que se compran un libro se olvidan de que se compraron cualquier otro que aún les está esperando. Sin duda se trata de un error, pero debemos de fiarnos de nosotros mismos y volver a retomar ese libro que dejamos sin leer y disfrutar de él. Seguro que ahora se os viene a la mente algún que otro, y si lo pensáis se trata de una manera de leer más, porque tienes un determinado libro  que sabes que es bueno y además está muy a la mano.

Si eres de los que llevas a raja tabla lo de leer cada uno de los libros que vas comprando, no te preocupes porque seguro el segundo consejo te puede valer para leer más. Hay veces que nos atascamos y entramos en un bucle sin fin leyendo una y otra vez libros de un par de autores. En realidad lo que debes hacer es plantarte  y comenzar a interesarte por los libros de los autores que habitualmente no lees. Así te engancharás a leer más e incluso te será más fácil elegir qué libro leer.

Por último y como os hemos recomendado en más de una ocasión, siempre es bueno recurrir a los clásicos, porque a través de ellos podemos disfrutar grandes títulos de la literatura universal, enriqueciéndonos y sabiendo por qué un tipo de literatura se ha de valorar más que otro.

¿Y tú? ¿Lees cada vez más? ¿Crees que deberías dejar a un lado la rutina y dejarte llevar por tu pasión como lector?

Acabar enero leyendo


Enero es el mes del año que nos adelanta como va a ser el resto de lo que queda por venir, qué esperar y en qué no desesperar. Este mes de enero nos ha esbozado cómo va a ser 2017 un año cargado de sorpresas, pero también cargado de internet como hasta ahora, afianzándose cada vez más en nuestra vida. De ahí que no haya mejor opción que acabar este mes de enero leyendo, y nosotros te damos las razones de por qué.

Como decimos enero ya nos ha demostrado que internet seguirá ligado a nuestras rutinas diarias, por lo que no es de extrañar que queramos escapar a través de los libros de esas rutinas y de ese contacto continuo con las nuevas tecnologías. Una manera de relajarnos al final del día y simplemente dejarnos llevar por otros mundos, es leyendo, disfrutando de un buen libro que marque nuestro inicio de año.

Nuestra forma de percibir los retos que nos plantea el 2017 puede cambiar a  través de los libros, podemos aprender de las vivencias de los personajes de las novelas, pero también podemos vernos reflejados. Una manera de empatizar y que además se puede hacer de manera entretenida, es a través de los libros, dejándonos llevar por las historias y por los sentimientos de quienes protagonizan los libros.

El frío amenaza con no dejarnos, por lo que volver al plan de manta y libro es algo demasiado irresistible como para decir que no. Así que terminar enero leyendo es nuestra particular forma de plantarle cara al mal tiempo y hacer que nuestro buen humor aflore a través del humor de un buen libro, de la lagrimas contenidas de una historia dramáticas, o simplemente del saber disfrutar de la buena literatura.

¿Cuál puede ser tu razón para acabar el mes de enero leyendo? Seguro que tienes alguna que te empuja a no dejar de leer esa novela que consideras imprescindible, o quizás quieras terminar ese libro para poder dejárselo a esa persona especial y compartirlo con ella. Las razones son muchas y más si somos unos auténticos amantes de la lectura.

¿La lectura al alcance de todos? Libros en Braille


La lectura es una actividad que reporta beneficios a todas las personas, por lo que se trata casi de un derecho innegable el que todas las personas puedan leer y disfrutar de la literatura. Hoy os queremos hablar precisamente de un colectivo que ve menoscabado su derecho a la lectura: las personas ciegas. Por eso hoy os queremos hablar de los libros en Braille.

La lectura al alcance de todos ha de estar presente en nuestro día a día y hoy más que nunca hacer visibles los problemas de aquellos que se consideran invisibles es importante. Los libros en Braille facilitan la lectura a quienes son invidentes, de ahí que ese sea uno de los únicos medios que tienen las personas ciegas de poder leer y disfrutar de los múltiples de la lectura.

¿Sabías que el primer libro de Braille fue publicado hacia 1837? El sistema de Braille fue creado por Louis Braille, de ahí su nombre, Louis ideó un sistema de puntos en relieve para que las personas ciegas pudiesen leer a través de sus manos. En este sentido,  y algo que muchas personas no saben, es que el sistema de puntos de Braille no es un idioma en sí mismo, sino más bien un alfabeto.

Lo cierto es que los libros enBraille han sido un paso decisivo para la vida de muchas personas invidentes, pudiendo por ejemplo recibir una formación y tener un determinado nivel académico. Pero los libros en Braille no solo “traducen” libros de texto convencionales, sino que en muchas ocasiones podemos encontrar novelas gráficas trasladas a Braille, para que aquellos que también quieran disfrutar de estas puedan hacerlas pese a sus discapacidades.

Sin embargo, dentro de esta realidad, muchos expertos afirman que los libros en Braille siguen teniendo un precio demasiado elevado, si los comparamos con los libros convencionales, por lo que en ciertas ocasiones este derecho o este acceso a la lectura no es igual para todas las personas. Más allá de las discapacidades, las diferencias pueden venir dadas por el nivel de vida económico.

¿Lector de profesión?


Nuestra entrada de hoy miércoles seguro que a muchos de vosotros os parece  un deseo pocas veces cuestionado. ¿A quién no le gustaría ser lector de profesión? Poder leer y leer y encima que nos pagasen por ello. Hoy vamos a hablar de esta profesión, que aunque pueda parecer descabellada en otro tiempo no lo fue tanto y a día de hoy hay profesiones que se acercan a esta forma de ganarse la vida.

En otro tiempo, sobre todo en el siglo XVII y XIX eran muchas las jóvenes que se ganaban la vida como lectoras. Si bien es cierto que su profesión no se reducía exactamente a eso, algunas de sus tareas sí que estaban enfocadas a la lectura, porque se trataba de acompañantes de señoras mayores que contrataban los servicios de una muchacha para que estuviese con ellas y por ejemplo le leyese sus novelas favoritas en voz alta. Aunque no se pudiese elegir qué leer, sí que se dedicaban principalmente a leer.

Y hablando de ser lectores de profesión en la actualidad, nos encontramos con ciertas profesiones en las que ser lector sí que es una de las principales tareas, por ejemplo los traductores de libros han de leer antes de traducir, aunque luego el objetivo sea la traducción. Pero los revisores editoriales han de leer, buscando eso sí, las posibles erratas, pero pueden igualmente disfrutar de la historia que en esos libros que revisan se encuentran plasmadas. Incluso los críticos literarios tienen la suerte hoy día de ser lectores de profesión.

Quizás en un futuro no muy lejano ser lector de profesión con todas sus letras y con todo lo que eso implica sí que sea una realidad. Pesemos que los profesionales del ámbito de la filología o quienes están en constante contacto con las letras, han de ser lectores natos porque su profesión así se los exige.

¿Y tú? ¿Soñarías con ser un lector profesionalmente hablando? ¡Qué felices seríamos si pudiésemos convertir nuestro hobby de la lectura en nuestra profesión!

Libros que han desaparecido debido a internet


En muchas ocasiones nos hemos referido a las nuevas tecnologías en nuestro blog, sobre todo para contaros cómo estas tecnologías han cambiado nuestro modo de trabajar, disfrutar de nuestro tiempo libre y como en concreto cambian ciertos ámbitos de lectura. Más allá de la batalla que algunos consideran que existe entre el libro electrónico y los libros tradicionales, nosotros hoy os queremos hablar de ciertos libros que han desparecido debido a internet. No se trata de libros que han desaparecido debido a modas, como era el caso de las fotonovelas que os contábamos hace unas semanas. Se trata más bien de libros que han sido totalmente sustituidos por internet ¿os imagináis cuáles pueden ser?

Seguro que muchos de vosotros tenéis aún en casa algunos de estos libros de los que os hablamos, pero por supuesto no se os ocurriría actualmente comprarlos. Se trata nada más y nada menos que de los diccionarios o las enciclopedias. Tener en casa una enciclopedia antes era sinónimo de tener una cultura determinada y por qué no decirlo, incluso un status. Sin embargo, en la actualidad las enciclopedias han sido sustituidas por internet, porque si antes podrías encontrar casi cualquier cosa en la enciclopedia, actualmente puedes encontrar cualquier cosa en internet y no solo a través de nuestro ordenador sino a través de nuestros dispositivos móviles. Incluso las enciclopedias que antes se adquirían por fascículos pero era instalables en el ordenador también han sido sustituidas por internet, como es el caso de la Enciclopedia Encarta.

¿Y qué pensáis de los diccionarios? Lo cierto es que el volumen de compra de los diccionarios actualmente es mínimo, quizás aún se mantengan los diccionarios de una lengua a otra, pero las definiciones actualmente se buscan online, tanto es así que las propias editoriales que publicaban sus diccionarios han optado por tener su versión online también disponible para quienes estén interesados en adquirirlos.

Como vemos, los modos de vida cambian, y cosas que actualmente consideramos realmente cotidianas, quizás en un futuro dejen de existir y sean sustituidas por algo que actualmente no alcancemos ni a imaginar.

¿Eres un lector sectario o elitista?


Al leer nos convertimos en una especie diferente, en prácticamente súper-humanos, o eso piensan algunos. Tan de otra raza podemos llegar a pensarnos que incluso nos volvemos elitistas o sectarios, solo pretendemos juntarnos con lectores y el resto del mundo nos da igual. Los amantes de la lectura en ocasiones nos volvemos un poco excéntricos, pero nuestras razones tenemos para que esto sea así. ¿Quieres descubrir si eres un lector sectario? ¿Te has vuelto tan elitista que no hablarías con alguien que no leyese o a quien no le gustase leer?

Dicen que con el tiempo nos volvemos más selectivos y será que cuánto más crecemos y cuánto más gente conocemos menos queremos conocerlos. Algo parecido nos pasa con los libros, porque cuánto más leemos menos queremos saber de los demás. Ahora bien, hay un paso que muchos lectores acaban dando y finalmente pensando y es que consideran que quienes leen son más inteligentes. Diversos estudios demuestran que la lectura nos abre la mente y en cierto modo leer se podría decir que nos hace más inteligentes pero esto no quiere decir que quienes no leen no pueden llegar a ser inteligentes.

Un estadio de elitismo que muchos lectores experimentan está relacionado con las películas y los libros. Aunque nosotros siempre prefiramos el libro a la película, podemos respetar a aquellos que en su “infinita ignorancia” prefieran ver simplemente la película y consideren que ha sido suficiente para entender la historia.

Y aunque no lo sepamos, casi todos somos un poco sectarios cuando además queremos llevarnos a alguien a nuestro “lado oscuro” y nos empleamos a fondo para convencerlos de por qué leer merece la pena, qué nos aportan los libros y por qué hay veces que incluso los preferimos a la televisión o incluso a amigos. Sin duda cualquier obsesión llevada al extremo puede ser un problema. Si después de leer las razones por las que considerarte un elitista de la lectura te has visto reflejado, quizás tengas que relajarte sin llevar tu pasión al extremo.

Las excusas que muchos lectores utilizan para convencerse y comprarse un libro más


A quienes nos encanta y nos entusiasma leer nos vale prácticamente cualquier excusa para comprarnos un libro. Son muchas las razones por las que acabamos decidiéndonos y comprar ese libro en concreto, pero siempre utilizamos las mismas excusas. Seguro, que leyendo alguna de las que hoy os contamos os veréis representados, historias y anécdotas reales de lectores empedernidos que buscan excusas para adquirir libros a diestro y siniestro.

En muchas ocasiones los pensamientos que atenazan a quienes desean comprarse un libro desde hace tiempo suelen rondar en torno a ideas de estar invirtiendo en cultura, no en cualquier capricho, sino en algo que realmente van a aprovechar y va a enriquecer a su persona y a su cultura. Pero hay más razones para ellos para comprarse un libro, porque en muchas ocasiones se acaba diciendo a uno mismo, si sé que ese libro va a acabar siendo mío, ¿a qué espero para comprármelo?

Además, si donde adquirimos los libros son establecimientos locales y no son grandes superficies, en cierto modo los propios lectores consideran que están haciendo incluso una buena obra al comprar ese libro, casi como si se tratase de beneficencia cuando están en realidad adquiriendo un capricho que los entretendrá.

Pero y ¿qué me decís de los que se ponen como excusa comprarse un libro en inglés, en francés o en alemán? Se suponen que no lo están haciendo simplemente para poder disfrutar de esa historia, sino que en realidad están pretendiendo enriquecerse y seguir formándose en ese idioma que desde hace tanto quieren perfeccionar. Para ellos leer en versión original plantea muchas ventajas y su excusa es precisamente que la lectura la están haciendo en otro idioma.

Hace poco además os hablábamos de los autorregalos, esos que nos hacemos cuando quien nos ha regalado no ha dado en el clavo. Esa excusa también es muy utilizada pero sin duda debe de ser así porque después de duras épocas de estrés o en vez de atiborrarnos de chocolate nos contentamos con tener un libro nuevo en nuestra estantería.

Universidades y colegios literarios que nunca olvidarás ¿pero existían en la realidad?


Cuando un libro consigue entrar en nuestras vidas, lo hace para quedarse con nosotros y en nuestra memoria. Los libros tienen el poder de ser unos magníficos compañeros de viaje, consiguen enseñarnos experiencias que nunca olvidaremos, pero ¿y si descubrieses que algunos de esos datos que siempre pensaste en reales en realidad son inexistentes? Esto es precisamente lo que les ocurre a muchos lectores cuando les hablan de ciertas universidades o de colegios que han pensado reales en otros países y sin embargo son invenciones.

Al hablar de esas instituciones educativas que casi se podrían considerar de referencia, no nos referimos a escuelas como Hogwarts que dentro de la obviedad todos sabemos que se trata de una novela de fantasía y por tanto un colegio con estas características nunca existiría, aunque a más de uno nos encantase que fuese de verdad.

En realidad, cuando os preguntamos por esas universidades o colegios que aparecen en la literatura y os han acompañado desde siempre, pero sin embargo no existen en realidad, nos referimos a una institución tan famosa como la Academia Welton, lugar donde se contextualiza El Club de los Poetas Muertos y que sin embargo no existe en la realidad. Pero y ¿a quién no le suena el Instituto Rydell? Exactamente es el instituto de Grease que muchos de nosotros pensamos perdidos en cualquier rincón de América, pero sin embargo vuelve a ser una invención una vez más.

Y si os hablamos de Lowood ¿a quién recordáis? Precisamente a Jane Eyre y la institución que aparece en el libro de Charlotte Brontë para educar a huérfanas. Quizás de nuevo pensabas que podría haber existido en su tiempo, pero nada más lejos de la realidad, fue una institución inventada por esta autora, aunque seguramente sacada de su imaginación con referencias reales.

¿Conoces alguna universidad o colegio que siempre hayas pensado que sería real pero un buen día te sorprendiste descubriendo que en realidad se trataba de una simple invención?