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¿Qué género aún se resiste a convertirse en libro electrónico?


En muchas ocasiones hemos abierto el debate, hemos discutido si somos pro libro electrónico o pro libro tradicional, hemos puesto sobre la mesa las ventajas y desventajas de unos y otros, e incluso hemos hablado de por qué nos sigue convenciendo el libro tradicional por el romanticismo y precisamente por las tradiciones. Muchos de vosotros tenéis vuestra propia opinión, pero hay un punto en común a todas esas opiniones y es que hay un género, un tipo de libro que aún se resiste a convertirse en libro electrónico ¿os imagináis cuál es?

En el transporte público vemos a mucha gente que utiliza el libro electrónico, es lógico desde el momento en el que es más fácil de cargar al pesar menos. Sin embargo, todo el mundo lee novelas convencionales en los libroselectrónicos, es decir, la tinta digital no ha sido capaz de conquistar las novelas gráficas o los cómics. Se nos haría raro, e incluso desvalorizaríamos los dibujos de este tipo de libros por estar escritos simplemente en una pantalla con tinta digital.

En cierto modo es cómo si se tratase de una necesidad el poder tocar y palpar las novelas gráficas, no nos vale simplemente con leerlas. A día de hoy estamos sobre cargados con pantallas a nuestro alrededor, el móvil, el ordenador, por lo que volver a ver “pequeñas obras de arte” que es lo que se considera que son las novelas gráficas, directamente en una pantalla nos perturba. Necesitamos pensar que esas pequeñas obras de arte son “semi eternas” porque en cierto modo el medio digital es mucho más fugaz.

Podéis hacer la prueba y si tenéis algún conocido que suela leer novelas gráficas o tebeos, seguramente os cuente que la idea de adquirir una novelagráfica para un libroelectrónico no encaja en la propia esencia de este tipo de libros ¿y vosotros? ¿qué pensáis? Seguro que tenéis una experiencia propia como amantes de la lectura.

Libro de la semana: La brújula de Noé


Seguro muchos de vosotros ya estáis de vacaciones o quizás estáis a punto de emprender vuestro viaje de descanso y qué mejor acompañante que llevaros un buen libro en la maleta para disfrutar estos días. Hoy os queremos recomendar La brújula de Noé una novela para divertiros y que además os ayude a desconectar. ¿Nos acompañas para saber por qué La brújula de Noé es nuestra recomendación de la semana?

La historia que encontramos dentro de La brújula de Noé nos enganchará por su positivismo, porque el protagonista de este libro afrontará los cambios de su vida viendo siempre el vaso medio lleno más que medio vacío. De esta manera, al quedarse sin trabajo no se vendrá abajo sino que lo interpretará como un momento concreto para poder dar una vuelta a su vida. De ahí que se mude a la que será su nueva casa, pero ¿qué ocurrirá entonces? ¿cuál será el pistoletazo de salida de esta historia? Precisamente el hecho de mudarse será lo que le cambie totalmente, porque la primera noche en su nuevo apartamento ocurrirá algo que hará que al día siguiente despierte en un hospital. Sin lugar a dudas, nosotros querremos acompañar al protagonista de este libro a descubrir qué ha ocurrido, por qué acabará en el hospital. Necesita recordar y nosotros querremos recordar con él.

La autora de La brújula de Noé es Annen Tyler, una experta en las relaciones humanas, concretamente en los hilos que las tejen, por lo que veremos gran parte de este talento en su novela porque nos encontraremos con la historia de un hombre corriente que se enfrenta a un contratiempo quizás cotidiano. Una manera magistral de describir la vida porque La brújula de Noé es una novela llena de humor, pero también una novela muy inteligente.

¿Te ha picado la curiosidad con este libro de La brújula de Noé? ¿Es el próximo título que incluirás en tu lista de libros pendientes o te has decido a que sea tu acompañante estas vacaciones?

El tebeo ¿cómo apareció en nuestras vidas?


En la actualidad existe un creciente interés por las novelas gráficas, este género mezcla el arte gráfico (las viñetas y dibujos) con buenas historias. En estas novelas gráficas, ninguna de las dos partes tendría sentido sin la otra. Ahora bien, las novelas gráficas que actualmente disfrutamos y sobre todo en la tradición literaria de España le deben mucho al denominado TBO, o en su acepción formal, el tebeo.

¿Cuándo surgen los tebeos? ¿Cuándo aparecen en nuestras vidas? El tebeo curiosamente debe su nombre a la revista TBO que publicaba estas historietas ilustradas. Se trata de un fenómeno que ocurre en muchas ocasiones, porque una determinada marca acaba haciéndose con el nombre en sí del producto, así encontramos a gente que a los yogurets (sean de marca blanca o de marca) los llama directamente “danones” o incluso los pañuelos de papel simplemente se denominan comúnmente “clínex”. Esto es lo que precisamente ocurrió con el tebeo, que de tanto repetirse las siglas TBO, pasó a ser aceptado por la propia RAE como tebeo de manera oficial y como acepción dentro del diccionario de nuestra lengua.

Dicen que los años de más apogeo de los tebeos en España fueron los años 40 y 50 y no les falta razón. Tan populares eran que no solo se podrían comprar, sino que incluso se podrían alquilar en ciertos barrios. Era un entretenimiento barato y accesible en aquella época, por lo que las publicaciones que se hacían en este formato eran todo un éxito. En aquella época había tebeos casi para todos los públicos, y aunque se conciban como algo para niños, había tebeos tanto de aventuras, como humorísticos e incluso tebeos con historias para niñas. Ahora bien el boom real del cómic para adultos se dio años más tarde.

De esta manera, no es de extrañar que a día de hoy encontremos novelas gráficas, cómics y tebeos casi para cualquier público, con cualquier tipo de historia, amorosa, de ciencia ficción, histórica, de aventuras, cualquier género plasmado en esas páginas a caballo entre la literatura y el arte gráfico.

Leer, ¿en el baño?


Los hábitos de lectura pueden ser muy variopintos, y estos hábitos están relacionados directamente con la rutina de cada persona, por eso no es de extrañar que encontremos gente que lea en el transporte público, encuentre un hueco para leer en casa antes de dormir, o sin embargo tengan que aprovechar cualquier momento y leer en el baño.

Cuando hablamos de leer en el baño, no nos referimos concretamente a leer cualquier cosa, porque todos en más de una ocasión hemos acudido a lo primero que tenemos a mano, véase la etiqueta del champú, el modo de uso de la espuma de afeitar, o incluso los ingredientes del jabón de manos. No, leer en el baño es más que eso. Porque nos referimos concretamente a leer novelas, leer libros en el baño, es decir, llevarte adrede un libro al baño.

Las razones por las que algunos de nosotros leemos en el baño pueden ser muy variadas, o bien porque es el único sitio donde encontramos realmente tranquilidad sabiendo que nadie nos va a interrumpir ni molestar, o bien porque es uno de los momentos de nuestro día a día donde podemos sentarnos tranquilamente sin tener que hacer otra cosa después y sabemos que estaremos parados, o quizás simplemente porque nos gusta aprovechar hasta el último minuto de nuestro tiempo leyendo, aunque sea en el baño.

Lo cierto es que en la actualidad, como en muchas otras facetas de nuestra vida, los smartphones están muy presentes, y el hueco que teníamos para leer en el baño también ha sido ocupado por nuestros teléfonos móviles, al leer la prensa, entrar en redes sociales o interactuar con los demás por las aplicaciones de mensajería instantánea.

Lo cierto es que hay estudios que determinan que exactamente leer en el baño no es del todo recomendable, porque nuestro tiempo sentados en la taza del baño se alarga y eso puede ser un motivo para la aparición de por ejemplo almorranas. Así que como todo en esta vida, hay que hacerlo con mesura.

Libro de la semana: Huerto de macetas


Desde que comenzó este 2017 los viernes se han convertido en día de recomendaciones, como muchos de vosotros ya sabréis. Nos encantan las curiosidades sobre los libros y la literatura, pero de vez en cuando nuevas ideas que nos despierten las ganas de leer y descubrir más y más son bienvenidas y más que agradecidas. Así que allá vamos con nuestra recomendación de la semana, nada más y nada menos que Huerto en macetas ¿queréis saber por qué nos hemos decidido por este libro?

Sabemos que leer nos abre la mente, nos despierta la curiosidad por muchas cosas, pero eso no solo se consigue a través de la literatura, sino también a través de los libros de consulta. Hoy hemos decidido recomendaros Huerto en macetas, y muchos de vosotros os estaréis preguntando por qué precisamente ahora. El mes de febrero es el mes preparatorio para la primavera, la estación del año que se considera la mejor estación para poder plantar. Pues bien, Huerto en macetas os abrirá las puertas al mundo de la botánica en casa y por qué no, se trata de una divertida manera de conseguir comida totalmente ecológica plantada en el balcón de casa.

En muchas ocasiones cuando queremos plantar, recurrimos al consejo de los expertos, pero entonces solo encontramos recomendaciones relacionadas con el cultivo de plantas profesionalmente hablando, por lo que si quieres plantar y cultivar en casa este es tu libro porque encontrarás consejos para plantar y cultivar en las macetas de tu balcón o terraza.

Seguro que en tu ciudad habrás visto algún balcón de esos que despiertan envidias porque tiene hermosos tomates, fresas o incluso pimientos. Pues bien, ahora tú puedes ser también la envidia de tu barrio plantando hasta 50 verduras gracias a los consejos expertos de Huerto en macetas. Este libro te resumirá cómo plantar en 10 acciones básicas para plantar en macetas, pero además podrás aprender terminología básica e incluso saber en qué estación es mejor plantar cada planta con su calendario de actividades de todo el año.

¿Has oído hablar de Galloway?


Cuando hablamos de Galloway solo podemos hablar de uno de los paraísos más ansiados por los amantes de la lectura, pues que se considera un pueblo lector por su cuatro costados. Hay quienes consideran que Galloway es el pueblo de los libros de Escocia, un pueblo librero y con muchos lectores y aficionados a la literatura.

En este pequeño pueblo perdido en Escocia se celebra uno de los festivales literarios más famosos de la zona The Wigtown Festival Company, es tan atractivo que acuden turistas de todos los rincones del mundo. Además de actividades de celebración en el pueblo de los libros de Escocia, podemos además entreteneros de maneras muy diferentes pero siempre rindiéndole culto a la literatura y a la manera que tienen los libros de influir en nuestra vida cotidiana.

En otras ocasiones hemos hablado de hoteles que en realidad son librerías o quizás bibliotecas, lugares donde puedes conectar con la lectura y dormir entre libros. Pues bien, en Galloway nació la iniciativa de que quienes viajaban a este pueblo escocés pudiesen alojarse en alguna de las librerías. De esta manera todo aquel que ha soñado en algún momento con convertirse en librero, puede experimentar lo que es dormir justo encima de una librería, e incluso quizás le dejen hacer alguna que otra tarea librera.

Este pueblo librero se vuelca por entero con la iniciativa de su festival anual, pero durante todo el año organizan pequeños eventos y reuniones para que la pasión por la literatura se mantenga viva durante todo el año. Tanto es así que precisamente la próxima semana de Enero celebran el Big-Bangweekend, un festival que te puede transportar incluso hasta el espacio exterior.

Como vemos el mundo literario y de la lectura va más allá de las fronteras de las tapas de nuestros libros, quizás sea hora de que investiguemos un poco más y nos pongamos la mochila a la espalda para hacer un viaje literario a un rincón tan interesante como es este pueblo de Escocia, Galloway.

Los hábitos opuestos de los escritores famosos


El éxito y la fama en ocasiones no son fáciles de llevar. Pero si además a esto le añadimos a esa fama que nosotros mismos ya tenemos rarezas, entonces quizás estas se acentúen aún más. Podríamos incluso pensar que esas rarezas y manías son las que llevan a determinadas personas al éxito. Hoy vamos a abordar, a modo de curiosidad, los hábitos y manías que ciertos escritores de fama tenían, pero además vemos cuán opuestos estas manías eran de unos a otros escritores, porque quizá la fórmula del éxito no sea una sola.

Comenzamos con los hábitos de escritura. Hay quienes dicen que para encontrar las mejores ideas necesitan trabajar de noche, aunque lo cierto es que como decía Picasso lo importante es que las musas te pillen trabajando. Aun siendo así, encontramos que ciertos escritores como Franz Kafka, FyodorDostoevsky, Pablo Neruda o Honore Balzac. Sin embargo, encontramos a otros escritores todo lo contrario, eran de escribir en las mañanas o al menos hacerlo desde bien temprano, como Virgina Woolf, Leo Tolstoy, Victor Hugo o Goethe.

Sobre la rapidez a la hora de escribir, ya hemos hablado en alguna que otra ocasión y lo cierto es que hay escritores capaces de escribir novelas en tiempo récord, pero otros sin embargo son algo más lentos. El arte necesita de su propio ritmo y no tiene por qué trabajarse a la misma velocidad. Alguien que era muy rápido escribiendo o al menos bastante rápido era Ernest Hemingway, al igual que Charles Dickens. Sin embargo, Dorothy Parker o James Joyce eran algo más lentos a la hora de acabar sus novelas.

Y por último, sobre gustos, hábitos y manías, encontramos algo que enfrenta a muchas personas, si eres té o de café. Como os podréis imaginar tenemos escritores para todas las categorías pero si os decimos Stephen King ¿es de té o de café? La respuesta es té, al igual que Jane Austenpero sin embargo Víctor Hugo o Alexander Pope que eran un hombre de Café.

Profesiones literarias, de librero a escritor pasando por ser editor


El mundo de la literatura da trabajo a muchas personas, pero quizás no a tantas como a las que les gustaría dedicarse a trabajar en profesiones literarias. Aquellos que nos consideramos amantes de la lectura, el poder dedicarnos al ámbito literario sería todo un sueño, cualquiera que fuese la profesión literaria, tanto librero como escritor o como editor. ¿Has pensado cuál encajaría contigo?

Sabemos que en el caso de la profesión de librero se puede partir simplemente de nuestra propia motivación. A muchos de nosotros nos encantaría poder pasar el día rodeado de libros, recomendándolos y por qué no, también ojeándolos. Una profesión al fin y al cabo relacionada con el ser librero pero que en cierto modo no tiene por qué ser de totalmente coincidente, porque los bibliotecarios manejan libros pero quizás no con el mimo que puede hacerlo un librero.

En el caso de la profesión de escritor no solo vale con nuestra motivación, sino que tenemos que poseer algo más, al menos la capacidad y el talento para ponernos a escribir. Por mucho que nosotros queramos y que pretendamos que salgan historias fabulosas de nuestra cabeza, no siempre podemos ser escritores. Aunque hay quienes opinan que los escritores a parte de nacer, también se puede hacer. Habría que preguntarles a los más entendidos, porque en nuestro caso consideramos que el que a una persona le guste leer, no significa que pueda escribir buenas novelas.

Por último, en el caso de la profesión de editor, se trata de una posición privilegiada. Además del gusto y la pasión por los libros, ha de existir una capacidad y un conocimiento tanto de los géneros como de las tendencias que nos ha de permitir ser buenos editores. En este sentido, los editores están en un escalón privilegiado dentro de las profesiones literarias porque ellos son quienes deciden y por las manos de los que pasan las opciones de que un libro se convierta en una publicación con todas sus letras o simplemente se quede en el olvido.

De librero a escritor y viceversa


Dicen que la profesión de escritor la desempeñan aquellos que aman la literatura, en cierto modo esto casa con la idea de que existan un gran número de libreros que han terminado siendo escritores o al contrario, un gran número de escritores que han decido ser libreros. Se ve que la inspiración literaria también se puede encontrar entre los libros y a nosotros nos resulta de lo más lógico, puesto que el haber escrito y amar la lectura significa apreciar y empatizar con aquellos que escribieron eso a lo que nosotros nos dedicamos y tratarlo con más cariño aún si cabe.

Uno de los escritores más famosos que ha trabajado como librero ha sido George Orwell, el cual comenzó a trabajar como librero en un momento en el que no tenía suficientes recursos económicos. Trabajó en una librería a tiempo parcial por lo que pudo seguir dedicando su tiempo a escribir.

Otra escritora muy famosa que dedicó un parte de su vida a escribir, fue Nancy Mitford, la cual no solo se dedicó al mundo librero sino que fundó su propia librería, la cual se convirtió durante la época en un auténtico epicentro cultural. Actualmente esta librería aún forma parte del legado de la familia, siendo uno de los sobrinos de la escritora el que la regenta.

Además encontramos a Jonathan Lethem un autor contemporáneo, el cuál decidió dedicarse al mundo librero prácticamente jubilado, pero disfrutó sus últimos años entre libros. Y con él, merece la pena hacer referencia a Samuel Richardson, el cual no se le puede considerar concretamente un librero, sino más bien trabajaba en una imprenta, la cual a su vez venía muchos de los libros que imprimían, por lo que sin serlo de manera tan clara como lo son los libreros, sí podemos decir que se trata de otro amante de la literatura que fue casi librero.

Quién sabe, quizás el día de mañana salga alguno de los escritores más famosos de una librería, empapado de tanta cultura y literatura.

Literatura juvenil también para adultos


Cuando hablamos de literatura juvenil, muchos de nosotros pensamos que es un género reservado exclusivamente para los jóvenes, que hace mucho tiempo que a nosotros no nos interesa esa parte de la literatura, pero ¿es cierto que todos los libros juveniles están solamente reservados para los jóvenes? Si pensamos de esta manera nos equivocamos, porque existen un gran número de títulos que aún siendo literatura juvenil, encaja también para el público adulto.

Dentro de este ámbito de la literatura más para jóvenes que para adultos, nos podría sorprender, que no solo las historias de más relacionadas con la ciencia ficción también pueden resultar atrayentes para los adultos (como en muchas ocasiones ocurre), sino que historias románticas, sobre el desarrollo de sentimientos, o sobre la transición de la vida adolescente a la vida adulta, también pueden interesar a aquellos que somos mayores de 18 años.

Además, en muchas ocasiones se catalogan erróneamente ciertos libros de comics como cómics para adolescentes, sin saber realmente que estamos ante novelas gráficas creadas y pensadas no solo para mentes adolescentes, sino todo lo contrario, para más bien mentes adultas. Es el caso de Maus o Persépolis, porque dentro de esta historia llena de imágenes, nos encontramos una realidad demasiado cruda quizás para mentes tan volubles como las de los jóvenes.

Ciertas novelas sobre temas tan serios como el cáncer, la muerte o enfermedades crónicas, han sido adaptadas con un tono más llevadero y menos crudo, para ser títulos orientados al público juvenil. Sin embargo el hecho de tratarse de novelas mucho menos directas y quizás más adornadas, también las hace atrayentes para aquellos lectores que ya encontramos la vida demasiado cruel como para tener que afrontarla de manera tan terrible también a través de uno de nuestros placeres preferidos, la lectura.

Descubrirnos disfrutando de libros juveniles tal y como se tratasen de libros para adultos puede ser muy gratificante, quizás eso quiere decir que no habíamos envejecido tanto como pensábamos.