Si hay un regalo estrella presente en todas las navidades son los libros. Aunque en ocasiones se nos tache a los españoles de no leer lo suficiente o de comprar pocos libros en comparación con otros países de nuestro entorno europeo Continue reading

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Con el otoño y este frío que tanto se ha hecho de rogar, podemos decir que quedan totalmente inauguradas las tardes de manta y libro. Continue reading
El pasado mes de octubre se anunció el nombre del galardonado con el Premio Nobel de la Literatura 2017 y aunque Kazuo Ishiguro no estaba entre las quinielas, ha sido precisamente él quien ha recibido este reconocimiento. Continue reading
En varias ocasiones hemos hablado de las preferencias a la hora de leer en libros digitales o libros de papel, hemos tratado esta perspectiva por ejemplo si se trataba de hombres o mujeres, o simplemente que prefiere el gran público, pero ¿qué prefieren los niños? ¿son más de libros digitales o de libros tradicionales?
La lógica nos llevaría a pensar que al tratarse de niños y estar más cercanos a las nuevas tecnologías que muchos adultos, preferirían los libros digitales, pero sin embargo, los niños suelen preferir los libros en papel a los libros digitales. Las razones son muchas, pero lo cierto es que esto nos lleva a entender que se trata de un toque de atención para las editoriales, porque los niños prefieren el libro en papel.
Los niños tienden a ver que a su alrededor la lectura se consume en papel, sus padres los adultos que los rodean suelen leer en formatos tradicionales y las pantallas están más asociadas a los videojuegos o películas que a la lectura. Por otro lado, los niños, disfrutan con el hecho de poder ver hacer esa rutina de sacar libros prestados de bibliotecas y luego devolverlos, como si se tratase de un divertimento más el hecho de poder ir a las bibliotecas.
Por otro lado, es entendible que los niños prefieran el libro de papel al libro digital. Hace unas semanas hablábamos de que las novelas gráficas todavía no habían sido conquistadas por el libro tradicional, por lo que no es de extrañar que los cuentos ilustrados suelan preferirlos los niños en su formato tradicional de papel.
Inculcar la lectura a los niños desde pequeños es algo que se debe hacer para invertir en sus capacidades y en la cultura que puedan adquirir, por ello, conocer sus preferencias y atender a su capacidad de elegir a la hora de leer un libro en papel o un libro digital es un gran paso para incluirlos en este hábito tan maravilloso que es la lectura, ya sea en papel o digital.
En muchas ocasiones hemos abierto el debate, hemos discutido si somos pro libro electrónico o pro libro tradicional, hemos puesto sobre la mesa las ventajas y desventajas de unos y otros, e incluso hemos hablado de por qué nos sigue convenciendo el libro tradicional por el romanticismo y precisamente por las tradiciones. Muchos de vosotros tenéis vuestra propia opinión, pero hay un punto en común a todas esas opiniones y es que hay un género, un tipo de libro que aún se resiste a convertirse en libro electrónico ¿os imagináis cuál es?
En el transporte público vemos a mucha gente que utiliza el libro electrónico, es lógico desde el momento en el que es más fácil de cargar al pesar menos. Sin embargo, todo el mundo lee novelas convencionales en los libroselectrónicos, es decir, la tinta digital no ha sido capaz de conquistar las novelas gráficas o los cómics. Se nos haría raro, e incluso desvalorizaríamos los dibujos de este tipo de libros por estar escritos simplemente en una pantalla con tinta digital.
En cierto modo es cómo si se tratase de una necesidad el poder tocar y palpar las novelas gráficas, no nos vale simplemente con leerlas. A día de hoy estamos sobre cargados con pantallas a nuestro alrededor, el móvil, el ordenador, por lo que volver a ver “pequeñas obras de arte” que es lo que se considera que son las novelas gráficas, directamente en una pantalla nos perturba. Necesitamos pensar que esas pequeñas obras de arte son “semi eternas” porque en cierto modo el medio digital es mucho más fugaz.
Podéis hacer la prueba y si tenéis algún conocido que suela leer novelas gráficas o tebeos, seguramente os cuente que la idea de adquirir una novelagráfica para un libroelectrónico no encaja en la propia esencia de este tipo de libros ¿y vosotros? ¿qué pensáis? Seguro que tenéis una experiencia propia como amantes de la lectura.
Por el título de nuestra publicación de hoy, quizás penséis que nos hemos vuelto locos, pero lo cierto es estamos locos por los libros pero el título de hoy no es ninguna locura. Hoy vamos a hablar del arte de escribir en el margen de los libros, un arte que se lleva extendiendo en el tiempo desde hace siglos. ¿Sabíais que el arte de escribir y pintar en los márgenes se domina “marginalia”? Así, de alguna manera las notas, las notas y los comentarios editoriales que se dejaban en el margen de los libros, se denominaban de manera general con el nombre de “marginalia”.
Todos hemos sido un poco gamberros en alguna ocasión y hemos pintado en libros prestados por amigos o en libros de la biblioteca, hemos hecho pequeños garabatos en el margen de los libros o quizá hemos escrito entre líneas algún mensaje escrito para el próximo lector. Aunque a veces esos comentarios nos puedan parecer un poco molestos, es cierto que en otras ocasiones nos resultan simpáticos e incluso amenizan nuestra lectura. De ahí que quizás en ocasiones se les pueda denominar incluso arte, porque al fin y al cabo tener la capacidad de llamar la atención de otros y además conseguir distraerlos y divertirlos, no es sencillo.
Lo cierto, es que esta costumbre de escribir en el margen de los libros, lejos de perderse se está incluso fomentando. Ciertas galerías de arte han comenzado a incluir dentro de sus exposiciones, presentaciones de libros comentados en parte de los márgenes de muchas de sus páginas. Quizás sea una razón más para seguir apostando por el libro tradicional y no decantarnos por el libro digital, porque esta costumbre no podría ser posible en el formato de los libros electrónicos.
Quizás a partir de ahora, os planteéis la posibilidad de leer con un lápiz al lado, no solo para subrayar vuestros pasajes favoritos de la novela que estáis leyendo, sino también para poder comentar y dibujar a vuestro antojo en los márgenes. Dejad que vuestro libro y sus márgenes sean vuestro lienzo.
Hoy nos hacemos eco de diversos datos que nos apuntan que los libros electrónicos no nos han conquistado como todo el mundo vaticinaba. En un principio se pensaba que el libro electrónico acabaría desbancando al libro tradicional, nosotros mismos hemos reflexionado acerca del tema en más de una ocasión, pero sin embargo, tras ver el mercado literario no podemos sino afirmar que el libro electrónico no ha sido el conquistador que se preveía.
Ciertas estadísticas apuntan que la venta de libros tradicionales no ha tenido el impacto que se esperaba. Las razones son varias, y todas apuntan en una dirección distinta, pero lo cierto es que el lector tradicional, el amante de la lectura sigue apegado al libro de papel. Si bien es cierto que el libro electrónico, cada vez nos es más usual, no hemos llegado a la situación en la que el libro tradicional ha desparecido de nuestras vidas.
Quienes pensaban que la gente acabaría enganchándose al libro electrónico sin importar nada más, no pensaron que detrás de la cultura literaria hay siglos y siglos de tradición. Nuestra cultura está enraizada en el papel, hemos aprendido y aprendemos hoy día del papel, es el medio que de algún modo nos aporta seguridad porque al fin y al cabo el mundo digital ha llegado a nuestras vidas de manera relativamente reciente.
Las editoriales han sabido coger esta tendencia relativamente bien, porque por un lado han adaptado sus ediciones también a los libros electrónicos, pero a la par han lanzado campañas en las que el libro lo han convertido en un icono. Es decir, han conseguido que los libros en papel se quieran tener no solo por lo que nos aporta el leerlos, sino también por el hecho mismo de tener un libro tangible de ese autor concreto.
Las pantallas son parte de nuestra vida diaria, sea el móvil, sea el ordenador o sea la televisión vivimos rodeados de ellas. ¿Será esa también una razón por la que muchos de nosotros rechacemos la idea de también enfrentarnos a la lectura a través de una pantalla?
En muchas ocasiones hemos tratado el tema de los libros electrónicos frente a los libros tradicionales, los libros de papel. Parecía en un primer momento que la aparición de los libros electrónicos quitaría todo el protagonismo a los libros en formato papel, pero realmente vemos que existe un equilibrio bastante lógico en entre estos dos formatos de la literatura.
Los amantes de la lectura son lo que son, sea con libro electrónico o con libro tradicional. No nos suele importar la manera de leer, pero sí el qué leer, es decir, nos interesamos por la historia, pero no por el formato de la historia, (materialmente hablando). Además, ahora nos parece casi absurdo pensar que los libros electrónicos iban a provocar la desaparición del libro tradicional, porque ¿a caso suponen un riesgo las bibliotecas para la venta de libros?
La aparición de los libros electrónicos responde a la necesidad de nuestra sociedad de contar con otra parte de nuestra vida en formato virtual. Ahora bien, seguimos siendo una sociedad material, que aunque apreciemos la posibilidad de mantener una conversación a través del ordenador, también apreciamos la necesidad de ver a esa persona enfrente nuestra y poder tocarla. Lo mismo ocurre con los libros, ciertamente habrá libros que consumamos en su formato electrónico, pero aún nos parece ilógico el momento en el que por nuestro cumpleaños nos regalen una descarga de un libro en vez de un libro en su formato tradicional, aún necesitamos sentir las cosas como son.
Nuestra opinión, se orienta hacia esta tendencia, vemos que el pánico respecto de la desaparición del libro en formato papel no se ha materializado y realmente nos parece algo lejano que esto pueda ocurrir, al menos en la sociedad en la que vivimos hoy día. Las necesidades y los modos de vida cambiarán y no solo por la comodidad de tener un libro menos pesado en nuestras carteras será por lo que decidamos utilizar más a menudo el libro electrónico que el libro tradicional.