Algunos creen que la época dorada de J. K. Rowling terminó el mismo año en el que publicó “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte”, el séptimo y último libro de la saga del niño mago más famoso de nuestra era. Pero la verdad es que esta escocesa de adopción se las ingeniado como nadie para que el interés por su franquicia no decaiga y se convierta en un clásico eterno. 

Solo en 2019 J. K. Rowling ha ganado más de 118 millones de euros, una cifra que la coloca automáticamente por delante de la mayoría de los escritores, cantantes, actores y celebrities. Pero ¿cómo lo consigue si hace muchos años desde que se terminaron de publicar los libros de Harry Potter? 

Las principales fuentes de ingresos de J. K. Rowling son: los royalties de los libros (siguen vendiendo bastante bien gracias a la reedición del 20 aniversario y las ediciones ilustradas), el parque temático The Wizarding World of Harry Potter en Orlando (Florida), cuya construcción tuvo un coste de más de 200 millones de dólares; la obra de teatro “Harry Potter and the Cursed Child”, que ha llegado a tener listas de espera de casi 2 años para poder ir a ver la obra; ventas de DVD, Blu-Ray e ingresos por la venta de los derechos de emisión en Netflix, HBO y demás plataformas de streaming, los Warner Studios en Londres y un vasto imperio de merchandising. 

Tampoco podemos olvidarnos del spin off “Animales Fantásticos”, que no solo ha vendido millones de ejemplares del libro, sino que las 2 películas que se han estrenado (habrá 5 en total) ya han recaudado en taquilla más de 1.460 millones de dólares. Con todo lo que rodea este tipo de films, merchandising, DVDs, streaming… 

¿Te esperabas estas cifras de infarto? Desde luego el caso de Rowling es interesante tanto a nivel económico como social porque hace muchos años que ha dejado de ser un negocio para pasar a convertirse en un fenómeno cultural sin precedentes.