Hemos hablado en muchas ocasiones de la importancia que tiene conseguir que los más jóvenes se interesen por la lectura desde muy pequeños. Los beneficios que tiene leer a medio y largo plazo son tan importantes para su futuro, que los padres tenemos la obligación de investigar qué le gusta a nuestros hijos y fomentar su interés.

“La puerta de los tres cerrojos” es una novela de Sonia Fernández-Vidal que se ajusta perfectamente a los parámetros que necesitamos para enganchar a nuestros hijos a la lectura. Es fresca, original, de lectura ágil y la historia es muy interesante, tiene los elementos perfectos para que tus hijos descubran lo divertido que puede ser leer y comiencen por ellos mismos a buscar nuevos títulos que les puedan gustar.

Niko, el protagonista de esta historia, recibe un misterioso mensaje y, tras descubrir una casa que no había visto nunca, recibe la oportunidad de entrar en un lugar extraño donde la física cuántica, los universos, el teletransporte, los enigmas o incluso un gato que aparece y desaparece son lo más normal del mundo.

Cuando tu hijo lee “La puerta de los tres cerrojos” no solo está pasando un buen rato, sino que comienza a aprender conceptos científicos y se familiariza con aspectos de la física cuántica casi sin darse cuenta. Al mezclar la fantasía con pinceladas del color de la ciencia, Sonia hace accesible e interesante tanto la lectura como el propio ámbito científico.

Al final del día, los niños son los que tienen que decidir si les gusta o no leer, nosotros podemos animarlos pero si no consiguen conectar por ellos mismos con el placer de la lectura no servirán de nada nuestros esfuerzos. Analiza los gustos de tu hijo y lee con él algún libro que creas que puede despertar su curiosidad.