Las novelas ambientadas en épocas de inestabilidad política son siempre un filón narrativo porque dan mucho juego.En ese espacio es muy sencillo intercalar tramas donde la tensión, el amor, la incertidumbre y el miedo mantienen al lector con el corazón en un puño. “Papel y tinta” de María Reig es una de esas novelas que abruman y le dan aire fresco a un género bastante explotado. 

En este caso, la historia transcurre durante el período anterior a la Segunda República. Elisa Montero, a pesar de contar con un gran número de comodidades impropias de la época, lucha por revelarse al sistema establecido por la sociedad madrileña. 

Elisa se ha criado con su madrina, una mujer con dinero y poder que desprende un aura misteriosa allá por donde va. Su madrina ocupa un lugar privilegiado dentro de la burguesía madrileña de la época, algo que choca con los principios de Elisa y que la harán cuestionarse más de una cosa. 

¿Hasta qué punto compensa nacer en una casa con privilegios si estos vienen con un alto precio a pagar? Elisa pronto aprende que nada es gratis en la vida y que si quiere luchar por el amor verdadero tendrá que enfrentarse a las personas que más quiere y a la sociedad que se opone a sus deseos. 

Revelarse a las limitaciones sociales y familiares no es tarea fácil, pero su carácter como persona luchadora le impide quedarse quita y ser testigo de un gran número de injusticias que suceden a su alrededor. 

“Papel y tinta” es un libro interesante que deja entrever una lectura que va mucho más allá de la situación política. Se trata de amor, de liberarse de las cadenas, superar los prejuicios y aceptar que, en ocasiones, para ser feliz tenemos que luchar duro y renunciar a cosas que dábamos por sentadas.