A lo largo de los años hemos visto como temas como la ambición social, el amor obsesivo y los dramas judiciales son ingredientes que funcionan muy bien en cualquier novela negra. No importa lo explotado que esté el género, sus posibilidades son tan ampliar que cada año conocemos historias nuevas que nos encantan. Historias como “Obsesión” de J. L. Buttler. 

La crítica especializada define “Obsesión” como una mezcla de las exitosas series de televisión The Good Wife y el film Atracción Fatal. En la primera conocemos la historia de una ama de casa se convierte en la “diana de las bromas” de Estados Unidos cuando se filtran vídeos sexuales de su marido, que es un político famoso. Ella se separa y decide volver al trabajo (en la universidad estudió Derecho), enfrentándose a la sociedad y a un sector que no da segundas oportunidades. De la segunda poco hay que contar porque todos conocemos la historia de la película que hizo famoso al dúo de Michael Douglas y Glenn Close. 

En esta novela conocemos el caso de Francine Day, una abogada que comete la imprudencia de comenzar una relación amorosa con uno de sus clientes, Martin Joy. El problema viene cuando la trama nos desvela que él está casado y, al poco tiempo de comenzar esta aventura, la mujer de Martin desaparece y él es considerado el sospechoso principal. 

Francine se encuentra en una encrucijada de la que no ve salida sin que alguno de las dos sufras un daño irreparable. Y es que, si ella lo ayuda tendrá que desvelar esta aventura amorosa y arruinar su reputación como abogada, pero, si se mantiene callada, Martin corre el riesgo de ser condenado culpable casi con total seguridad. 

“Obsesión” es una novela que nos mantiene en vilo por el interés de una trama que se vuelve más trepidante en cada capítulo. Elementos como la ambición social o el amor que se transforma en obsesión demuestran una vez más ser un cóctel muy peligroso que pueden destruir la vida de cualquier familia.