En alguna ocasión, hemos tratado con vosotros el tema de los libros que se dejan por la mitad. Si hay lectores que tienden más a menudo a dejar libros sin acabar, o si por el contrario hay más lectores que se toman muy en serio lo de terminar un libro sí o sí.

A lo largo de nuestro periplo como lectores podemos ver que en un momento dado, por situaciones que se escapan a nuestra voluntad tenemos que dejar un libro a medias y cuestiones sobre el cómo retomarlos y el cuándo hacerlo pueden surgir con facilidad.

Al hablar del cómo, nos referimos a la manera que queremos retomar ese libro que dejamos en algún momento sin terminar. Puede ser que lo retomemos desde la misma página que lo dejamos en “pause” o quizás decidamos volver un capítulo atrás para saber qué estaba ocurriendo en ese momento de la historia.

Dependiendo de nuestra conexión con la trama podremos decidir hacerlo de una manera u otra, pero siempre debemos intentar disfrutar de nuevo con la historia que teníamos por la mitad.

Si pensamos en el cuándo, hay quienes se inclinan a pensar que es mejor hacerlo cuando hayamos acabado con aquello que nos impedía seguir con el libro. También hay quienes piensan que en términos de lectura, debemos volver a coger ese libro cuando hayamos terminado todos aquellos que ya teníamos empezados, para d esta manera poder centrarnos en la historia.

Pero de nuevo, todo esto se trata de una cuestión de gustos y de cómo sea cada persona como lector, por lo que podemos decir que no hay nada escrito respecto de la forma de retomar un libro.

Otra cuestión que pueden plantearse algunos lectores es el lugar donde debe estar ese libro que no somos capaces de acabar, es decir, ¿debemos dejarlo en la mesilla de noche recordándonos que está sin acabar? ¿debemos devolverlo a la estantería para que seamos nosotros quienes volvamos a él?

De nuevo, cuestión de gustos.