Los 40 siempre son una edad “conflictiva”, suponen una especie de antes y un después. Hay para quienes se desarrolla en forma de crisis y otros que deciden que ha llegado el momento de apostar y luchar fuerte por tratar de conseguir sus sueños. En cualquier caso es una etapa en la que se supone una cierta madurez y bagaje vital, y la literatura siempre es un gran apoyo en esto.

“Cumbres Borrascosas” de Emily Brontë es la novela romántica por excelencia. Una historia de pasiones y tormento que se desarrolla en un ambiente de pesadilla y que encaja a la perfección en el género gótico. La genialidad de las hermanas Brontë no fue valorada en su época pero hoy en día sus libros siguen siendo totalmente actuales.

El “Nombre de la Rosa”, en esta obra Umberto Eco consigue realizar una excelente crónica de la Edad media, pero dándole la forma de una novela policial. Seguimos los pasos de la investigación de los asesinatos acaecidos en una abadía a la par que lo hacen Guillermo de Baskerville y su ayudante Adso tratando de resolver el misterio.

“Lolita” de Vladimir Nabokov, esta obra sigue siendo tan controvertida como el día que se publicó resultando tan perturbadora como cautivadora.

“La Metarmorfosis” de Kafka, perturbadora también es esta pequeña novela en a que asistimos entre sorprendidos y asqueados a la transformación de un hombre en cucaracha, mientras adquiere consciencia de lo que le ocurre y sus posibles consecuencias.

“Pensamientos” de Marco Aurelio, entre los muchos legados que nos han dejado los romanos está su tradición literaria. Marco Aurelio fue un emperador representante de la filosofía estoica. Nos legó sus pensamientos en forma de un libro que, aún hoy en día, resultan de gran ayuda para vivir bien.

“Nubosidad Variable” de Carmen Martín Gaite, tras el paso de los años dos antiguas amigas recuperan su amistad gracias a la literatura.