Entre los amantes de la lectura, entre aquellos que se consideran por sí mismos amantes de la lectura, se ha extendido un hábito que nos llega a muchos de nosotros. Se trata de la costumbre de leer varios libros a la vez, es decir, haber empezado un libro y teniendo otros sin acabar, pero pretendiendo acabarlos todos. Sin duda, se trata de un hábito que muchos de nosotros seguimos, pero que a día de hoy se puede decir que es demasiado mainstream.

Cuando empezamos un libro y a la par empezamos otro, lo que sería interesante es que lo hiciésemos por nosotros mismos, en otras palabras, por empuje propio, por motivación propia. No porque simplemente es lo que se lleva y lo que hacen aquellos que consideran que el muy “cool” el leer varios libros a la par.

La costumbre de leer varios libros al mismo tiempo tiene sus riesgos. Aquellos que realmente no son amantes de la lectura y se quieran enfrentar a la posibilidad de leer un libro a la par de otro por intereses propios, seguramente acaben fallando y dejando uno de los libros que se leían a la par, a un lado. Se correrá el riesgo de no ser capaces de seguir el hilo de las historias, aunque no se confundirán personajes, pero seguramente no se saque el jugo que se debería a cada una de las novelas.

Aquellos que en otras ocasiones nos hemos enfrentado a leer dos libros o más a la vez, sabemos que el primer paso de empezar un libro sin haber acabado otro, no es baladí, al menos la primera vez. Porque en cierto modo, apreciamos realmente lo que supone leer y lo que se saca de la lectura, por lo que no podemos tratar a los libros como simples zapatos que nos cambiamos sin pensar en nada más, o si lo hacemos, es porque realmente sentimos que debemos hacerlos. Así que a partir de ahora si alguien te dice que “lleva para adelante varios libros” quizás sea simplemente demasiado mainstream.