Llegan las vacaciones de verano y una de las primeras cosas que hacemos es ir a una librería a comprar un libro de actividades para el verano, una de las mejores formas de que nuestros hijos no olviden el contenido aprendido durante el curso y, no nos vamos a engañar, la excusa perfecta para tenerlos ocupados un rato cada día.

Nosotros hoy te queremos proponer algo diferente que ya se hace en varios colegios y nos encanta, ¿por qué no le compras a tu hijo el libro de vacaciones del curso siguiente y le enseñas cosas nuevas? 

De este modo, preparas a tu hijo para que al año siguiente asimile mejor el contenido, le cueste menos trabajo y saque mejores notas. Además, realizar actividades y estudiar juntos es una forma estupenda de pasar tiempo de calidad entre padres e hijos, y recuperar la conexión que hemos perdido al pasar tanto tiempo en el trabajo. 

No es tan fácil como comprar un libro de su curso, pero si hacéis el esfuerzo juntos, el año que viene será mucho más fácil aprender nuevos contenidos y la dificultad del año nuevo será más sencillo. De hecho, cada año hay ciertas cosas que suponen un reto para los niños, como pueden ser las fracciones, las ecuaciones, biología o química, álgebra, operaciones matemáticas más complejas o idiomas como el inglés. 

Nosotros te recomendamos que mires bien los tipos de libro que hay, porque tienes muchas opciones de editoriales como Santillana, SM o Rubio. También tienes que tener en cuenta los niveles de dificultad y ojear antes el contenido, así sabrás si os interesa comprar el libro del año de tu hijo o del siguiente como os hemos sugerido. 

¿Qué te parece nuestras recomendaciones? ¿Te parece buena idea la de recuperar los ratos con tu hijo para enseñarle cosas que verá el año que viene en el colegio?