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La lectura ¿nos hace felices?


Cuando leemos crecemos y precisamente os indicábamos la semana pasada algunos de los beneficios que la lectura tiene en los niños. Pero quizás hay una parte de la lectura que muchos de nosotros no nos habíamos planteado y es si la lectura nos hace felices. Seguro que muchos de vosotros como amantes de la lectura habéis pensado en una respuesta afirmativa, pero sin embargo, nosotros queremos que os plantéis la lectura como técnica de la psicología, como una manera de hacer felices a aquellos que no saben cómo encontrar su camino o conseguir mejorar su situación personal.

En concreto, cuando hablamos de la lectura como parte de una terapia nos referimos a la biblioterapia, se trata de un método que utiliza la conexión de las personas con los libros. No es de extrañar que los libros se utilicen de esta manera, ya que nosotros mismos somos conscientes de la empatía que se puede desarrollar con los libros, tanto con los personajes, como con la historia. Pero además, en el caso de la biblioterapia se da un paso más y se busca que la persona también conecte con el autor de los libros, de ahí que esos libros sean especialmente prescritos por los psicólogos y no se busque simplemente que la persona lea.

Cuando leemos además nos abstraemos, no somos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor y por tanto dejamos atrás nuestros problemas para sumergirnos en la lectura. Si en esos momentos además aprendemos y comprendemos a través de los personajes que estos también tienen problemas pero que existen recursos suficientes para conseguir solucionarlos, estaremos ampliando nuestras fronteras.

Así que, ante la pregunta de ¿nos hace felices la lectura? Hoy somos conscientes de que sí, de que a través de la lectura y de terapias tan interesantes como la biablioterapia podemos ser un poco más felices, incluso aquellos que se encuentran a sí mismos infelices y deprimidos. La lectura y el mundo de la literatura nunca dejarán de sorprendernos.

Y tú, ¿por qué lees?


A nosotros, a quienes somos amantes de la lectura nos han cuestionado en más de una ocasión las razones por las que leemos. Aquellos que no son tan cercanos a este placer, se llegan a preguntar por qué encontramos tan interesante pasarnos horas y horas con un libro entre las manos dejando volar nuestra imaginación. Cualquier respuesta a ¿por qué lees?, puede ser válida, puesto que las razones por las que disfrutamos de algo tan común como leer son de lo más variadas.

Podemos pensar que la lectura en ciertas ocasiones nos llega a atrapar, y estamos en lo cierto, la lectura nos hace presos de las historias que contamos entre dentro de los libros. Pero además la lectura nos hace vivir más, en el sentido de que somos capaces de ponernos en la piel de cualquier personaje y compartir sus miedos, sus alegrías y sus tristezas como si fuesen nuestras. Porque, como hemos hablado en más de una ocasión ¿quién no ha echado incluso de menos a un personaje al terminar un libro?

Leer además nos hace libres, nos deja recorrer lugares que de otra manera no podríamos llegar a conocer, pero esos lugares no siempre responden a ubicaciones reales, sino que en ocasiones se trata de auténticos paraísos irreales que nos atrapan desde el primer momento. Además, leer significa el poder realizar un viaje dentro de nosotros mismos, porque podemos aprender a través de la lectura acerca del mundo que nos rodea y de la posible empatía que podamos tener en ciertos momentos.

Sin duda, una de las respuestas más típica a “y tú, ¿por qué lees?” se encuentra precisamente en la capacidad de entretenimiento que tienen los libros, porque para pasar el rato, para divertirnos, para entretenernos y disfrutar de los libros, siempre podemos leer y dejarnos llevar por aquellas historias que tanto nos entusiasman. Ser amantes de la lectura significa tener nuestras propias razones para leer ¿cuál es la tuya?

El mejor gimnasio para el cerebro, un libro


¿Sabías que ejercitar tu cerebro puede reducir el riesgo de sufrir una enfermedad neurodegenerativa? Desde hacer sudokus hasta estudiar nuevos idiomas puede ayudarnos a combatir las odiadas enfermedades de la mente, pero estudios han demostrado que la simple lectura como actividad rutinaria puede ayudarnos a preservar nuestra mente sana. Mantener nuestro cerebro activo con actividades no pasivas como la lectura, fortalece las conexiones neuronales y estimula la agilidad de este.

Es conocido por todos que los libros ayudan a ejercitar nuestra memoria, la lectura de novelas o historias largas, concretamente nos ayuda a retener datos puesto que cada vez que retomamos el libro hemos de hacer un esfuerzo indirecto para recuperar la información ya sabida de la historia que esa novela nos está contado.

Además, la lectura consigue aumentar nuestra concentración y estimula nuestra capacidad de atención. Cuando nos sentamos a leer, mantenemos la vista fija en los caracteres de las letras y conseguimos seguir el hilo argumental de la historia simplemente a través del sentido de la vista.

En el caso de los niños, pero también de los adultos, la lectura potencia nuestra imaginación. Como amantes de la lectura, todos sabemos que las recreaciones creadas en nuestra cabeza a través de las descripciones de los libros pueden ser increíbles. La información que nos aportan las palabras del autor de un libro, son suficientes para crear los escenarios más inverosímiles pero a la vez lógicos dentro de nuestra propia cabeza.  Es más, parece reseñable la cantidad de vocabulario y la destreza argumental que podemos conseguir con la lectura.

La inteligencia emocional también se ve influenciada por la lectura de algún modo. Los libros nos ayudan a procesar las emociones de los personajes de la historia y por tanto a ser capaces de enfrentarnos a ellas si en un futuro hubiésemos de experimentarlas. Igualmente conseguimos que nuestras habilidades sociales se desarrollen a través de la empatía que sentimos por los protagonistas del libro que tenemos entre las manos al leer.

Bastantes son las razones para que la lectura pueda ser uno de tus hobbies diarios, pero ¿cuáles son tus razones?