Category Archives: Curiosidades

Una segunda oportunidad a la novela romántica


Aún siendo amantes de la lectura, muchos de nosotros rechazamos la novela romántica sin razón aparente. Si bien es cierto que una vez hemos empezado a leer una de las novelas románticas seguimos con ella, porque al fin y al cabo lo que nos gusta es leer y casi no nos importa el qué. Pero hoy, nos queremos acercar a la novela romántica de manera directa para darle una segunda oportunidad y que de esta manera seamos capaces de elegirla porque nosotros queremos, no porque simplemente llegue porque sí a nuestras manos.

Uno de los problemas que se relacionan directamente con la lectura de novelas románticas, es que quienes las leen han de “esconderse”, es decir, no es normal que alguien se atreva a leer una novela romántica en público. Pero, ¿por qué ocurre esto? Porque quienes no podemos obviar las miradas curiosas de aquellos que comienzan a pensar cosas relativamente obscenas acerca de nuestra novela. Y aunque pudiésemos pensar que eso ocurría realmente antes, lo cierto es que las miradas insidiosas de otra gente a nuestro alrededor, sea en el metro, en el bus o en un avión, son inevitables. Por eso, para saltar esta barrera del “qué dirán” hemos de sentirnos totalmente seguros con lo que hacemos y por qué lo hacemos, al fin y al cabo nuestras razones tenemos y son tan legítimas como las de cualquier otra persona.

Pero por desgracia los clichés sobre la novela romántica no solo se quedan en el ámbito cotidiano, sino que inundan las grandes editoriales y los grandes medios encargados de recomendar y hacernos llegar los nuevos títulos de los libros. Así, quienes queremos leer novela romántica además de ser valientes para hacer frente a las opiniones de los demás, también hemos de invertir algo de tiempo en encontrar historias que merezcan la pena porque en cierto modo se encuentran ocultas entre toda la maleza editorial.

Dicen que las novelas románticas son para lectores algo sensibles, pero como hemos visto solo los más valientes y afanados podrán conseguir cumplir su objetivo de leer novela romántica sin ningún problema.

Escritor con consultorio propio, Murakami


Para muchos de nosotros Murakami es un escritor más que conocido, para otros casi ni habrán oído hablar de él, pero de una manera u otra, podemos decir que Murakami nunca deja de sorprendernos y esta vez os queremos contar una anécdota realmente curiosa a cerca de este autor ¿sabías que Murakami tenía un consultorio online?

El escritor japonés, Murakami, es un autor sui generis por muchas razones, pero sus últimas incursiones en el mundo digital lo hacen aún más especial. El pasado año Murakami abría un consultorio online en el que atendía a las cuestiones de los internautas dando su opinión sobre casi cualquier tema. Su consultorio se llamaba Murakami san no tokoro y en el tiempo en el que estuvo en funcionamiento recibió hasta 37500 consultas, un trabajo agotador sin duda el del autor japonés que se dispuso a contestar la gran mayoría.

Ahora bien, aunque este espacio online del escritor Murakami se cerrase, sí que le sirvió para algo más, concretamente como fuente de inspiración, porque tras cerrar el consultorio el escritor japonés se dispuso a publicar un libro sobre su experiencia en la red y una recopilación del contenido del portal, un libro titulado con el nombre del propio consultorio Murakami san no tokoro.

En el portal, Murakami se dedicaba principalmente a contestar dudas, curiosidades o inquietudes de aquellos que lo leían. De alguna manera este consultorio online supuso toda una experiencia para Murakami porque tuvo que dedicarse en cuerpo y alma al trabajo de contestar a sus seguidores, no obstante y pese al cansancio Murakami se declaró muy contento y satisfecho por los resultados obtenidos, tanto que se plantea incluso el volver a hacerlo pero quizás con otro formato.

Aun habiendo cerrado el consultorio, Murakami se comprometió a leer todos los comentarios y consultas que estuviesen pendientes en su blog, porque no solo la interacción era lo que importaba para el escritor japonés, sino también la gran cantidad de muestras de apoyo, cariño y entusiasmo por parte de aquellos que se tomaban un momento para escribirle.

Cuánto leen los españoles


Que no estamos solos en el mundo es una obviedad, pero preocuparnos por cómo hacen las mismas cosas que nosotros aquellos que viven a nuestro alrededor no tiene por qué pasar siempre, por eso nosotros hoy, nos hemos querido acercar a los hábitos de lectura de los españoles, cuánto se lee en nuestro país.

Uno de los datos que más no ha entristecido es el referente a la gente que no lee, porque 2 de cada 10 españoles no leen habitualmente ni tienen hábito de lectura. Parece impensable que eso pueda pasar ¿no es cierto? Pues hay gente a la que no le gusta disfrutar con otros mundos o simplemente viajar a través de las páginas de un libro. Nosotros mismos como españoles tenemos la sensación de que en España se lee poco, o eso opina el 70% de la población, por lo que según nuestra propia percepción España no es un país de lectores.

Los datos sobre el tiempo que dedicamos los españoles a leer, también son muy interesantes, porque más de la mitad de la población española que lee de manera habitual está satisfecha con el tiempo del que dispone para leer. Ahora bien, de nuevo pero esta vez para algo más positivo, 2 de cada 10 españoles consideran que no tienen tiempo suficiente para leer, es decir, les gustaría poder leer más a menudo.

En relación a nuestras lecturas anuales los datos varían bastante porque 15 de cada 100 españoles aseguran que leyeron más de doce libros en el año, 20 de cada 100 habrían leído entre 5 y 8 libros, pero sin embargo hasta 40 españoles de cada 100 no alcanzaba ni los 2 libros de lectura anuales.

Otro dato bastante triste es que el 40% de la población afirma que no lee porque no le interesa o porque le aburre. Pero también los hay, un 23% que afirma no tener tiempo suficiente para leer durante los días entre semana. ¿Y tú te identificas con alguno de estos grupos de españoles?

3 Libros que siendo largos se te harán cortos


En muchas ocasiones y dependiendo del tiempo del que dispongamos para leer un libro, preferimos que este sea más o menos largo. El tiempo es una razón para decidirnos por un libro con una extensión determinada, pero también el espacio, porque si se trata de un libro tradicional con el que pensemos cargar, seguro que preferimos que sea menos abultado.

Aún siendo así, hay veces que los libros más largos se nos hacen realmente cortos, y en este caso lo importante no es la cantidad sino la calidad y esta rebosa por las cuatro esquinas de los libros de los que hoy os vamos a hablar. Muchos lectores coinciden y es que ciertos títulos de libros son realmente rápidos de leer pese a su extensión.

El primero en destacar es “La canción del verdugo”, normalmente ronda las 600 páginas, dependiendo de la edición. Aunque pueda parecer un libro de los que se atascan por su extensión, lo cierto es que la historia nos engulle de tal manera que no queremos hacer otra cosa que simplemente seguir leyendo. Además su estilo semidesenfadado a caballo entre lo periodístico y lo novelesco no hace sino darnos un toque fresco en nuestra lectura.

Otra de las novelas que a muchos de vosotros os sonará, como buenos amantes de la lectura, es “Rojo y negro”, un clásico por su extensión pero también por su contenido ya que se trata de una auténtica novela psicológica en la que en ciertas partes del libro querremos odiar a su protagonista, pero en tantas otras lo adoraremos.

Parece increíble, pero en esta enumeración no podía faltar “Anna Karenina”, la razón, solo quienes han leído esta novela lo saben. Se trata de un libro extenso, pero sin embargo no es un libro tenso. La elaborada descripción de cada uno de los personajes y escenarios hacen las delicias de los auténticos amantes de la lectura, por lo que una vez que abordan su lectura ni tan si quiera se preguntan por qué eligieron un libro tan grande.

Viajes literarios a medida


Nuestra pasión por la literatura no se acaba con los libros sino que en muchas ocasiones queremos llevarla a otras facetas de nuestra vida, es por tanto lógico que nos surjan o nos seduzcan ideas como la posibilidad de hacer viajes literarios, pero ¿en qué consisten exactamente los viajes literarios?

Ciertas agencias o compañías de viaje se hacen eco de esta tendencia literaria y ofrecen paquetes de viajes relacionados con la literatura. Pongamos por caso que queremos descubrir la ciudad de Barcelona con los ojos con los que descubrimos la Sombra del viento, seguro que agradeceríamos que alguien nos indicase qué esquina es a la que se refería Ruíz Zafón en el libro o cuál podría ser el portal que escondiese la gran librería de los libreros.

En este caso, con los viajes literarios conseguimos visitar una ciudad y verla con los ojos de ciertos escritores, tal y como ellos la han descrito y cómo se conectan cada una de las partes de esta. En este caso es como si pudiésemos comprobar que la imagen que nuestra mente construía de esa ciudad era lo suficientemente fidedigna, o simplemente cometimos el error de imaginarla de otra manera.

Pero imaginemos además, que dentro de estos paquetes de viajes literarios, nosotros somos quienes decidimos qué escritores o qué obras queremos tener en cuenta a la hora de visitar una ciudad. Porque quizás para ciertos lectores una obra determinada puede ser realmente relevante, pero para tantos otros se trata simplemente de una obra menor. De ahí que los viajes literarios puedan ser a medida y al gusto del consumidor.

El trabajo de documentación que estos paquetes de viaje llevan detrás es enorme, pero seguro que harán las delicias de muchos de nosotros como apasionados de la lectura porque se trata de otra manera de disfrutar de la literatura y de los libros y hacerlo de verdad, casi palpando partes de la historia con la que tanto hemos disfrutado en los libros.

Leer en verano ¿una costumbre de nuestra cultura?


Que todos leemos en verano o que al menos más gente lee en verano es algo indiscutible. Lo cierto es que el aumento de lectores o el aumento del ritmo leyendo se nota miremos donde miremos, sea una piscina, la playa o un lugar tranquilo en la montaña. Pero hoy nos preguntamos y os preguntamos ¿es leer en verano una costumbre de nuestra cultura?

Algunos podemos pensar que leer en verano en cierto modo se trata de una combinación de diversos factores que nos hacen acudir a los libros con más frecuencia que en otras temporadas del año. El tiempo libre, el poder leer al aire libro, o hacer actividades recreativas al aire libre orientadas a nuestro relax, hacen que un libro pueda ser una buena opción con la que invertir nuestro tiempo y disfrutar del entorno en el que nos encontremos.

De ahí que el hecho de preguntarnos si leer en verano es una costumbre de nuestra cultura se relacione de manera directa con el hecho de que generalmente en España (fuera de ciertas excepciones) tengamos por costumbre pedir vacaciones más largas de lo habitual en verano y además querer disfrutar del buen tiempo al aire libre. Todos tenemos en mente a la típica familia española que se prepara para pasar sus vacaciones de verano en la playa, entre baño y baño no es de extrañar que uno se entretenga con un libro, por lo que sí podríamos decir que leer en verano también es algo típico de nuestra cultura.

Pero habrá quienes piensen que leer en verano tiene más que ver con nuestro calendario escolar, la costumbre de leer en verano puede venirnos desde chicos, cuando nos recomendaban simplemente en la escuela leer durante las vacaciones una vez terminado el curso y no sólo dedicarnos a jugar, sino activar de alguna manera nuestro cerebro y fomentar nuestra imaginación.

De una u otra manera, sea por el tipo de calendario escolar, por cuestión de hábitos, por disfrutar del buen tiempo o por ir a la playa o a la piscina, leer en verano se podría considerar parte de nuestra cultura y de nuestros hábitos.

Leer contrareloj, si los libros tuvieran “deadline”


En este primer lunes del mes de julio, os queremos lanzar una duda, una cuestión que realmente nos crea intriga, porque no sabemos cómo podría resolverse. En general, cuando vivimos no desconocemos muchos límites temporales, o fechas de caducidad, o “deadlines” que tendrá nuestra vida. Salvo en contadas ocasiones podemos saber cuándo hemos de darnos más o menos prisa porque una fecha se va a cumplir. Pues hoy, queremos relacionar esa cuestión con una de nuestras pasiones, la lectura. ¿Qué pasaría si nuestros libros tuviesen fecha de caducidad?

La situación es la siguiente, pensemos en un mundo en el que los libros tuviesen fecha de caducidad, no simplemente como la fecha en la que tenemos que devolver un libro a la biblioteca, sino más bien, en el sentido en el que ese libro desaparecerá pasado una fecha. ¿Qué ocurriría? ¿Leeríamos más ante la posibilidad de no poder recuperar esa historia que en un momento concreto tenemos entre las manos? Seguramente nuestros hábitos de lectura serían diferentes.

Si los libros tuvieran “deadline”  leeríamos en muchas ocasiones contrarreloj, pero no en el sentido de una competición, sino más bien en el sentido en el que nosotros mismos querríamos siempre poder terminar a tiempo. Entonces nacerían estilos de lectores que simplemente leería por objetivos, para en un momento determinado poder haber leído todo el libro entero sin preocuparse de que el libro desaparecería. Sin embargo, habría un estilo de lectores más desordenado, que simplemente leería de manera esporádica, pero cuando lo hiciese lo haría sin importar cuánto tiempo llevan sin comer o dormir.

¿Podría resultar que por el hecho de que un libro tuviese fecha de caducidad nosotros, los amantes de la lectura, nos convirtiésemos en devoradores de libros? En ocasiones, si nos cuestionamos este tipo de situaciones, quizás seamos capaces de valorar más aquello que tenemos y cómo lo tenemos. El tiempo es oro, pero la lectura también, así que quizás no dejaríamos la pasar la oportunidad de leer y aprender a cada rato.

¿Qué hace ser a un libro, una novela juvenil?


En ocasiones nos hemos planteado preguntas relacionadas con qué es lo que hace a un libro ser un bestseller, o porqué un libro determinado ha sido catalogado como clásico. Pero nunca nos hemos preguntado por quizás características menos transcendentales, como el hecho de que un determinado libro pueda ser catalogado como novela juvenil o novela de adultos.

Cuando se trata de películas o series de televisión más o menos podemos tener claras las características que hacen que estas puedan ser para adultos o no. Pero lo cierto es que cuando se trata de libros, esta línea limítrofe es mucho más difusa, puesto que en los libros lo que de alguna manera importa es la propia imaginación del lector.

Las novelas juveniles, como para la edad que se proyectan suelen ser novelas complicadas y de alguna manera han de encajar con las vivencias de quienes las leen, para que se puedan sentir realmente atraídos por ellas. En este sentido, las novelas juveniles están condicionadas por el destinatario, por quién va a leerlas y cómo las va a aceptar. Así, los escritores de literatura juvenil, tienden a olvidar sus capacidades creativas para centrarse en quién las leerá.

Una de las características fundamentales y que suele resaltar en todas las novelas juveniles son los propios personajes, porque en muchas ocasiones, estos personajes obedecen a estereotipos y no suelen presentar muchas complicaciones, es decir, suelen ser personajes con caracteres planos. En muchas ocasiones, esta características es fuertemente criticada, porque lo único que se consigue es continuar con esos estereotipos y no dejar libertad de imaginación ni pensamiento al lector, es decir, coartarlo en la manera en la que en la que entiende la historia para que en ningún momento esta le pueda producir rechazo.

Aún siendo así, la literatura y las novelas juveniles son una de las herramientas más importantes con la que se cuentan para poder hacer que los jóvenes se interesen gya que de alguna manera en colegios e institutos solo los guían por los derroteros de lo que sería la literatura clásica.

Iniciativas literarias simplemente diferentes


Como muchos de vosotros ya sabréis, en el blog de El espacio del Lector Nobel nos gusta comentar y haceros llegar cualquier iniciativa que se relacione con la lectura o la literatura y sea simplemente diferente de lo que estamos acostumbrados. Os hemos hablado de trenes literarios, quedadas para comentar libros, librerías que organizan cuentacuentos, pero hoy, os queremos hablar de una iniciativa que realmente nos llamó la atención, quedadas para inventar prólogos de libros que nunca existieron.

Estamos seguros que muchos de vosotros consideráis el hecho de quedar para inventar prólogos de libros que nunca existieron algo demasiado ostentoso e incluso surrealista, pero no os escandalicéis, a nosotros también nos ocurre, porque quedar para simplemente inventar un prologo de un libro imaginario puede ser realmente complicado.

Los prólogos por lo general se suelen presentar como complejos pasajes introductorios de algunas novelas y libros que leemos. En ocasiones estos prólogos además se escriben por escritores que en sí admiran al escritor, o simplemente por escritores con renombre que pretende describir lo que los lectores se encontrarán dentro de ese libro. Lo cierto es que esos prólogos en muchas ocasiones están cargados de muchas referencias a otras obras y novelas del mismo ámbito, por lo que realmente hace a estas quedadas algo diferente e inigualable es la capacidad inventiva e imaginativa de quienes asisten a estas porque cada uno de ellos habrán de exprimir al máximo su capacidad y hacer el prólogo más interesante que la novela que pudiese existir.

En estas quedadas los participantes no solo escriben sobre los libros que les habría gustado leer, sino también sobre los libros que les habría gustado escribir, por lo que ahí se complica aún más la cuestión al no saber a qué referencias será acertado acudir a la hora de mostrar al público un libro que nunca existió pero que te hubiese gustado que fuese tuyo.

¿Una nueva iniciativa para tu librería? Atrévete a proponerla como librero o como lector, seguro que muchos se interesarán por ella y se dejarán llevar por el espíritu lector.

¿Qué tienen en común las novelas más adictivas?


Cualquier amante de la lectura ha caído en las redes de una novela adictiva, todos sabemos cómo nos sentimos al leer un libro que nos engancha desde la primera página. Ese tipo de necesidad solo se materializa con las novelas adictivas y hoy vamos a tratar de desvelar cuáles son los elementos comunes de estas.

En ciertas ocasiones, los escritores al plantearse la opción de escribir una novela o no, simplemente le dan vueltas a la opción de hacerlo de una manera más directa o dando algún rodeo. Sin embargo, las novelas adictivas tratan de manera más directa y más sencilla el argumento aunque aportando datos realmente relevantes a la hora de entender todo el contexto.

De alguna manera las novelas adictivas tratan siempre ciertos puntos clave que afectan a cualquier mente humana, porque a través de esos puntos clave, nuestra mente se mantiene alerta, se mantiene despierta, a la expectativa de qué será lo que viene después. Realmente esas novelas cumplen con las expectativas de qué esperamos de la novela y cómo esta va a ir cumpliendo paso a paso con una historia construida de manera compleja pero a la vez sencilla y directa.

Claridad, diversión y entretenimiento suelen ser adjetivos que encajan con cualquier novela adictiva. La claridad es obvia, ya que a la hora de abordar la historia no nos pueden distraer. La diversión es lo que nos hace querer volver una y otra vez a esa historia. Y en entretenimiento es lo que nos mantiene siempre con la mente despierta para ver qué viene después.

Quizás ahora cuando te plantees leer una determinada novela lo hagas de manera más suspicaz o por qué no decirlo, de manera más atenta a cómo se ha planteado la historia que nos está atrayendo de manera tan directa y concisa. ¿Qué podemos esperar de una novela adictiva? Quizás la respuesta esté en nosotros mismos ya que las novelas adictivas están creadas, de alguna manera, a partir de nuestras propias expectativas.