Category Archives: Curiosidades

¿Sabes ya qué libro para colorear elegir?


Hace unos meses os hablábamos del boom de los libros para colorear para adultos, de cómo esta nueva afición de muchos adultos coloreando había hecho que existiese escasez de lápices en algunas librerías y tiendas de material educativo. Pues bien, este mismo boom por los libros para desestresarnos coloreando ha hecho que las posibilidades de las ilustraciones que colorear se multipliquen y las temáticas sean muy variadas. Se dice que esta tendencia empezó en Francia, pero las referencias de libros para colorear nos llegan ahora de todo el mundo, siento también una tendencia creciente en España.

Los libros para colorear de adultos se han diversificado, llegando a nosotros de maneras muy variadas. Al principio comenzamos conociéndolos como libros de mandalas, que son simplemente representaciones espirituales utilizadas en religiones como el budismo y el hinduismo. Sin embargo esta temática fue cambiando, hasta poder encontrar dibujos geométricos para colorear.

Luego llegaron los libros de ciudades para colorear, pudiendo colorear monumentos famosos a nuestro antojo, dándoles colores estridentes que de otra manera no aparecerían en las fachadas de esos edificios o en los conjuntos de esas plazas. Más tarde llegaron los libros temáticos, pudiendo colorear escenas de fantasía, o incluso escenas futuristas. Con estos últimos llegaron también los libros en los que se podían colorear escenas medievales, con sus estampados y florituras típicas de la época.

Pero uno de los últimos libros para colorear que hemos encontrado y que nos han fascinado, han sido los libros para colorear de libros que son ya grandes clásicos. Así encontramos libros para colorear de viñetas y escenas de Aliciaen el País de las Maravillas, o incluso la posibilidad de colorear escenas de los libros de Harry Potter. De esta manera, estamos conectando nuestra pasión favorita, la lectura y la literatura, con una manera de dejar atrás el estrés y alejarnos de nuestras preocupaciones dándoles color a estas viñetas e intentando imaginar qué gama de colores podría encajar mejor en cada página de nuestro libro.

¡Qué difícil es ser lector! Y otras historias de exageración


Hoy vamos a acercarnos a la literatura de una manera totalmente distinta a la que solemos acercarnos. Vamos a hacerlo a través de nuestra propia experiencia como lectores, porque casi todos sabemos lo difícil que es ser lector. Pero también sabemos que esa expresión pertenece a las historias de exageración, aunque eso nos vendrá de nuestra faceta literaria más cercana al dramatismo.

Los lectores nos enfrentamos en nuestra vida diaria a muchas decisiones complicadas, en alguna ocasión hemos tratado algunas de ellas por separado. Porque sabemos lo complicado que puede resultar ir leyendo en el transporte público y que unos ojos curiosos miren las páginas de nuestro libro; o bien sabemos lo complicado que resulta prestar un libro, porque tenemos que confiar mucho en la persona a la que dejamos el libro.

Todos estos problemas son muy típicos, pero si los unimos a otros como el hecho de que nuestras horas de sueño estén reñidas con nuestras horas de lectura, es decir que tengamos que elegir entre irnos pronto a la cama o disfrutar un poco más de nuestro libro; o por ejemplo, no seamos capaces de parar de leer y siempre nos preguntemos ¿y  si empezamos el siguiente capítulo? y así hasta que casi nos encontramos al final del libro.

Pero nuestros “problemas” como lectores van más allá porque no solo el sueño se tiene por qué ver reñido con la lectura, sino incluso nuestra vida social, ya que por un lado necesitamos tiempo para leer y dejamos a un lado a los amigos por ese libro que tanto nos apetece terminar, o incluso, cuando estamos con gente que no sabe apreciar la literatura o ese libro que a ti te parece fantástico y sin embargo lo critica.

Lo cierto que si a todos estos “problemas” como lectores, le damos una capa de dramatismo, todo se ve con gran derrotismo, porque incluso el tener que resistirnos a comprar un libro por no tener en casa más espacio, se ve casi como un sacrificio.

¿Y si hicieran retratos robots de los personajes de los libros?


Hace unos días hablábamos de lo que veíamos cuando leíamos, de qué nos imaginábamos a través de las páginas de los libros. Pues bien, hoy no vamos a ser tan generalistas sino que vamos a pensar en qué vemos cuando leemos la descripción de un personaje, qué personas acabamos imaginándonos y cómo son, os podemos asegurar que quizás es un aspecto que nunca os habíais planteado al leer, pero que a muchos de vosotros os sorprendería cómo puede cambiar la descripción robot que cada lector hace del protagonista de un libro.

Cuando imaginamos los personajes de los libros, no solo influye la cantidad de detalles que nos dé el autor de ese libro, que también, sino que además influyen otros factores que sin embargo no tienen tanta relevancia cuando se trata de la descripción de un espacio o de una ciudad. Los personajes de los libros pueden variar porque el propio autor haga unas referencias u otras y por tanto porque nosotros tengamos conocimiento de esas referencias. En otras palabras, podríamos encontrarnos con que el autor del libro que estamos leyendo compare al enemigo del protagonista con el personaje que aparece en un determinado cuadro, pero que nosotros sin embargo no seamos capaces de imaginarlo porque desconocemos la obra de ese pintor.

En este sentido, el hecho de que nosotros tengamos una propia imagen de cómo deberían ser los personajes de los libros, nos lleva a que cuando los vemos representados por ilustraciones o bien, los veamos incluso trasladados a la gran pantalla, puedan ocurrir dos cosas. Por un lado puede que nos dejemos influenciar por esa recreación que encontramos hecha por otros y a partir de ese momento comencemos a ver ese personaje de esa manera (esto suele ocurrir cuando tenemos referencias previas antes de leer ese libro). O bien, por otro lado, puede ocurrir que en realidad rechacemos totalmente esa descripción y pensemos que siempre será mejor nuestra versión del libro, la versión que nuestra imaginación ha construido.

Los recuerdos de lo que leemos


El cambio de hora de este fin de semana pasado nos tiene algo trastornados, será por eso por lo que nos hemos puesto más místicos de la cuenta y hemos decidido ahondar en las razones por las que nos entusiasma la lectura y por qué somos amantes de la literatura en todas sus vertientes. Hoy hemos venido a hablar de los recuerdos de lo que leemos, y para ello queremos que vosotros hagáis un ejercicio de reflexión con nosotros.

Cuando hablamos de los recuerdos de lo que leemos nos estamos refiriendo a qué es lo que vemos cuando leemos. El ejercicio que realizamos cuando leemos es prácticamente mágico, porque vamos más allá de las letras de las páginas de nuestro libro, podemos trasladarnos, recrear escenarios completos e incluso ver a los personajes de los libros tal y como si se tratarán de auténticas personas que se han cruzado en nuestra vida. De ahí que seamos capaces de crear recuerdos de lo que leemos. ¿No lo creéis?

Los recuerdos que nos dejan los libros

Ahora llega el momento en el que vosotros podéis hacer ese ejercicio que os pedíamos al principio, por un momento intentad volver la vista atrás y recordar un libro que os gustó mucho, intentad transmitir todas las sensaciones de ese libro a alguien que os pregunte si mereció la pena leerlo. A eso precisamente nos referimos a los recuerdos que encontramos en los libros, porque los libros nos hacen emocionarnos, nos hacen ser muy felices aunque sea por instantes, nos hacen llorar por personajes que ni si quiera son reales, pero que sin embargo se marchan de la historia y a nosotros nos transmiten desasosiego. Esos son los recuerdos de los libros que se quedan con nosotros, los que nos convierten en más humanos a la par que en lectores más y más conectados con lo que es la literatura.

Los libros son maravillosos y el hecho de que nos dejen recuerdos con nosotros a través de lo que nos imaginamos es algo casi mágico. Ya os avisábamos que hoy estábamos un poco místicos con este cambio de hora.

Los libros prohibidos por las dictaduras


Como muchos de vosotros ya sabéis, de vez en cuando nos encanta poder descubriros libros y novelas, pero también nos encanta curiosear con vosotros sobre ciertos detalles en el ámbito de la literatura, hechos que a nosotros nos llaman mucho la atención y que por tanto no podíamos sino compartirlos con vosotros. Hoy queremos hablar sobre los libros prohibidos por las dictaduras, seguro muchos de vosotros ya sabéis qué os queremos contar, pero aun así, es bueno recordar lo afortunados que somos a día de hoy pudiendo leer y por tanto pensar libremente.

Durante las dictaduras y los regímenes dictatoriales una de las principales actuaciones por parte de los mandatarios es controlar a sus ciudadanos y es hacerlo hasta extremos insospechados, para que no piensen, para que no se dejen influir por ninguna idea, para que no piensen. De ahí alargadas listas, como es la de los libros prohibidos de Hitler, que durante su mandato en Alemania, no solo prohibió la comercialización de ciertos libros, sino que además quemó decenas y decenas de libros en piras gigantes que se encendían en las principales plazas de los pueblos.

No solo nos tenemos que trasladar a Alemania para encontrar libros prohibidos por las dictaduras, porque con la dictadura de Franco en España también se quemaron muchos libros y muchos otros fueron prohibidos, muchos de ellos siendo títulos tan conocidos por nosotros como 1984 ó un clásico como La Celestina. Pero lo cierto y lo curioso del hecho de que se realizasen prohibiciones y censuras de ciertos libros en España durante la dictadura franquista, es que se hicieron readaptaciones de algunos libros y esas readaptaciones en donde se transfiguraban algunas partes para esconder posibles ideas subversivas, esos mismos libros son los que circulan a día de hoy entre nosotros y los que siguen vendiendo las librerías.

Para nosotros, como amantes de la literatura, el hecho de que simplemente se quemasen los libros resulta una aberración que muchos de vosotros estamos lejos de entender y mucho menos justificar, porque destruir libros es acabar con la cultura.

Autores conocidos ¿bajo pseudónimos?


Como muchos de vosotros ya sabéis, a nosotros nos encantan las curiosidades en torno a los libros y la literatura. Hoy hemos decidido hablaros de autores conocidos que escribían bajo pseudónimos. Os sorprenderá la cantidad de autores famosos que escribían bajo otro nombre que fuese suyo, hay veces que más que el pseudónimo nos sorprende las razones por las que se buscaban esos segundos nombre para publicar ¿nos acompañas a descubrir a qué autores nos referimos?

Si os decimos que Lewis Carroll era un nombre falso que utilizaba su verdadero autor ¿qué pensaríais? ¿sabéis cuál es el nombre original del autor de Alicia en el país de la maravillas? Pues nada más y nada menos que Charles Lutwidge Dodgson, el cual decidió utilizar un pseudónimo para separar su faceta de matemático de su profesión de escritor.

Autores clásicos como Charles Dickens, utilizaron en un primer momento pseudónimos y curiosamente el utilizado por Dickens, el auotr de Oliver Twist fue Boz. ¿Qué razones llevaron en su caso a Charles Dickens a utilizar otro nombre con el que publicar? Se trataba una vez más de la reputación y en este caso concretamente porque este autor era un reputado columnista en el ámbito político.

Uno de los pseudónimos que nos sorprende y sigue sorprendiendo a mucha gente es George Orwell. ¿Os imaginabais que se trataba de un pseudónimo y no de un nombre auténtico? Libros tan famosos como 1984 o Rebelión en la Granja estaban escritos por alguien que en realidad no se llamaba George Orwell, sino Eric Blair. En este caso la razón por la que Blair no quería mostrar su nombre en la publicación de sus novelas era porque no quería avergonzar a su familia al haber vivido durante un tiempo como vagabundo.

Semana a semana iremos desvelando más curiosidades sobre los libros, autores y literatura. Como vemos el mundo de los pseudónimos es una auténtica caja de sorpresas porque no solo autores que comienzan en el ámbito literario utilizan o utilizaron pseudónimos, sino que autores famosos también utilizaron en su momento otros nombres en sus publicaciones.

Te ha encantado el último libro que has leído, pero no sabes cuál será el siguiente


Los a amantes de la lectura dicen que acabar un libro es casi como perder un amigo ¿vosotros qué pensáis? La sensación de llegar a la última página es casi de vacío, pero son sentimientos encontrados, porque aunque quieres saber cómo termina la historia del personaje con el que has pasado tantos momentos, a la par no quieres abandonarlo, por lo que es realmente complicado gestionar esas sensaciones.

A este vacío por terminar un libro se le une la sensación de que no sabes con qué seguir, qué libro será el siguiente. Hay ciertos lectores que incluso guardan un período de “luto”, un tiempo en el que se desintoxique para poder seguir con otro libro y zambullirse en una nueva historia. Incluso hay lectores que si se ponen con otro libro seguidamente una vez que han terminado con una novela que les ha encantado, han rechazado esa nueva historia por no conectar concretamente con el nuevo protagonista y su historia.

¿Cómo podemos salir de esta situación? ¿Qué podemos hacer para superar este decaimiento en el apetito lector? Una solución muy común es acudir a una librería y contar con el consejo y las recomendaciones de los expertos en literatura: los libreros. Ellos podrán aconsejarte en base a tus gustos y a los autores que sueles leer, y ya os adelantamos que muy a menudo dan en la tecla, porque están acostumbrados a tratar con diferentes perfiles de clientes.

En alguna ocasión os hemos hablado de esas páginas que pueden hacerte recomendaciones literarias en base a tus gustos, es cierto que en ciertas ocasiones están influenciadas por aspectos comerciales y por publicidad. Pero quizás buceando por foros y comentarios podréis encontrar un “recomendador” de libros online que os pueda guiar hacia el que será el siguiente libro.

Con todas estas opciones, nosotros os aconsejamos que guardéis un período en pausa para no agobiaros con la elección del libro de lectura, pero no os demoréis mucho, que hay tantos libros como vidas y son muchos los que os podrán conquistar.

¿Sabías que a través de los cuentos los niños pueden ser mejores personas?


En muchas ocasiones hemos hablado de la importancia de tener presente la lectura en la vida de los niños. Los beneficios de la lectura y de los libros son infinitos, por lo que es lógico que a través de los cuentos desde muy pequeños podamos inculcarles muchos de los valores que consideramos clave y más importantes para su desarrollo psicológico.

Los libros pueden conseguir que los niños se conviertan en mejores personas, aprendiendo valores como la tolerancia, la compasión, la solidaridad, compartiendo la alegría, la tristeza… Los niños pueden desarrollar su empatía a través de los personajes de los libros y desarrollar su sentido de la ética y de la moral. De esta manera, nos acercamos mucho a lo que se denomina la inteligencia emocional, porque es en esos momentos cuando los niños pueden desarrollar sus capacidades individuales, y tomar sus propias decisiones.

Pero, os estaréis preguntando qué papel tienen los libros en todo esto. Pues bien, los libros y los cuentos son magníficas oportunidades para hacer reflexionar y dialogar a los más pequeños, hacerles pensar a través de los personajes de los libros y cuestionarse porque el protagonista ha tomado esa decisión u otra. La parte crítica a fomentar y a interiorizar por los niños a través de la lectura se encuentra en los libros y en los cuentos, porque les ofrece información y les dan capacidad para tener su propio criterio.

En las librerías podemos encontrar mil opciones de cuentos para que los más pequeños de la casa aprendan y lo hagan de manera indirecta, divirtiéndose con la lectura pero también interiorizando conocimientos inmateriales que de otra manera sería muy complicado que les llegasen, porque al fin y al cabo los más pequeños se encuentran dentro viviendo prácticamente en una burbuja confortable y no se enfrentan a las realidades que podría entender a través de los cuentos y libros. El fomento de la lectura en etapas tempranas hace que el posible desarrollo de los pequeños sea mucho más positivo el día de mañana.

Libros electrónicos “anticuriosos”


Una vez nos hemos hecho a la idea de que en el mercado pueden haber tanto libros tradicionales como libros electrónicos, y que el boom que se suponía desterraría a los libros electrónicos está pasado, queremos analizar con vosotros una característica de los libros electrónicos que no nos termina de entusiasmar, pero por nuestro propio espíritu curioso.

Los libros electrónicos han sido criticados por muchas razones, porque no transmiten la misma calidez que un libro tradicional, o porque en ciertos casos la luminosidad de la pantalla no nos resulta cómoda, o simplemente porque hay quienes no se hacen a leer en la pantalla de un ordenador y siguen prefiriendo los libros tradicionales. Pero hoy, nosotros le hacemos una crítica que se puede suponer mínima, pero sin embargo a nosotros no nos entusiasma. Los libros electrónicos tienen una “protección anticuriosos”, porque viendo simplemente la cobertura del e-book no podeos interpretar de qué libro se trata y en muchas ocasiones ni si quiera tienen encabezado para poder fijarnos en el libro en el que está leyendo la persona que tenemos sentada al lado en el transporte público.

Para muchos de nosotros compartir nuestro espíritu de lectura es casi un placer y esperamos que en general el resto de lectores haga lo mismo y comparta con nosotros su entusiasmo por la lectura con simples gestos como leer en espacios públicos. Ahora bien, dentro de esa misma rutina, a quienes no estamos leyendo, nos gusta ver qué están leyendo los demás, sobre todo porque siempre estamos ávidos de consejos de lectura, incluso si estos son consejos indirectos (por simplemente tratarse del título de un libro que tiene otro lector).

Lo cierto es que para bien o para mal, los libros electrónicos nos protegen o nos impiden ser curiosos y guiarnos por las tendencias que otra gente lee o qué es lo que se lleva en el ámbito literario. Será cuestión de adaptarnos a esta nueva realidad, pero nosotros somos de los que seguimos prefiriendo saber qué es lo que lee ese chico o chica que se ha sentado en el banco de enfrente del parque.

Acercando cultura, librero de profesión


Muchos de nosotros, como amantes de la lectura hemos soñado en alguna ocasión con ser libreros ¿pero por qué? ¿Creemos que de esa manera podríamos estar más cerca de los libros de lo que ya lo hacemos en nuestro día a día? En alguna ocasión hemos hablado de iniciativas que hacen que podamos ser libreros de profesión durante algunos días, pero a día de hoy ¿qué representan para nosotros los libreros?

Los libreros más allá de ser una profesión a la que nos gustaría poder llegar en algún momento de nuestra vida, una profesión muy envidiada por la gente, son concretamente auténticos facilitadores de cultura. Se puede considerar que la profesión de librero es una de las más envidiadas por aquello que transmite, por lo que trata todos los días. Por supuesto los libreros, en muchos casos, tienen que ser capaces de llevar un libro de contabilidad, hacer inventarios, tener un orden concreto, pero sobre todo tienen que saber de literatura y de libros, y saber recomendarlos.

De esta manera, los libreros acercan la cultura en su día a día. En ocasiones lo hacen a través de los libros simplemente poniéndolos a nuestra disposición, pero también a través de actividades como cuentacuentos, ciclos de lectura o firma de libros, que hacen que grandes y pequeños puedan conocer de los beneficios de los libros y disfrutar de ellos fácilmente. De ahí que la profesión de librero en ocasiones también requiera de dotes de organizador de eventos e incluso de relaciones públicas.

Los libreros en España, como tantas otras profesiones se han enfrentado en estos años pasados a una situación que sin duda se podría considerar adversa, pero sin embargo la lectura sigue en auge en todas sus modalidades. Dicen que los españoles no son tan lectores como en otros países pero sin embargo regalar libros a día de hoy sigue siendo un gran acierto, tanto o más si contamos con el consejo de los libreros, sobre las últimas novedades, o sobre los gustos de lectura de esa persona a la que queremos regalar.